Los rosters de los equipos de Grandes Ligas estadounidenses para la campaña 2021 bien podrían considerarse bancadas multinacionales del deporte en la que hacen vida 14 países. Por supuesto que con Estados Unidos a la cabeza con 64% de los peloteros, pero con otras 13 naciones que dan más universalidad al deporte de los nueve innings, tal y como recoge un reciente estudio de la casa de apuestas MLB Betway.

Hasta países donde el fútbol es una religión, Alemania, por ejemplo, tuvo a un germano de titular en el Openning Day, se trató de Max Kepler, de los Mellizos de Minnesota. Pero también hubo canadienses, curazoleños, colombianos, japoneses, coreanos, arubeños, holandeses y hasta hondureños.

Toda una multinacional del deporte que incluyen a las potencias de República Dominicana, Venezuela, Puerto Rico y Cuba, los cuatro países que después de Estados Unidos aportan mayor cantidad de beisbolistas a la MLB.

En 60 años de historia, la penetración de los peloteros no nacidos en Estados Unidos ha crecido exponencialmente. Por 1960, apenas un 8,3% de los beisbolistas eran internacionales, 30 años más tarde, el porcentaje ya era de casi un 18% en la década de los noventa.

El dato de la penetración de los peloteros internacionales no ha hecho sino crecer década a década, hasta que este año un 34% de los peloteros de las Grandes
Ligas sean no nacidos en Estados Unidos, todo un negocio para la MLB esta expansión de un deporte que se juega y se ve por televisión en países como Japón y Alemania, dos de las economías más robustas del planeta.

En el 2019, el famoso Openning Day entre los Marineros de Seattle y los Athletics de Oakland se produjo en Japón, en lo que representó el regreso del jardinero Ichiro Suzuki, la gran estrella nipona de la MLB, a la tierra del Sol Naciente.

Son 56 países los que han tenido al menos un jugador en las Ligas Mayores de los Estados Unidos a lo largo de la historia de más de sesenta años, un dato no menor a la hora de analizar la verdadera internacionalización de un deporte que tiene en las Grandes Ligas estadounidenses su nivel más alto de competitividad.