Mercedes, Alejandro y Tanya Faesi con Cristhian Marthos

Aficionados a la vela y deportes acuáticos se dieron cita en la presentación del libro “Historia Náutica de Valle de Bravo”, libro que narra a través de fotografías, reconocimientos, trofeos y artículos parte de la semblanza de este Pueblo Mágico, hecho por Luis Álvarez

“Las condiciones climatológicas del lugar son óptimas para practicar esto, casi siempre sopla el viento y puedes usar varias partes del agua; además, se presta para que los niños aprendan una actividad sana y familiar y también existe una cultura muy importante alrededor de esta práctica”, contó el empresario Francisco Armenta, cuya embarcación favorita es la J/24, la cual ha usado desde hace 30 años. 

Jorge Murrieta aseguró que al estar arriba de una embarcación disfruta la libertad que siente, así como el clima, el sol, el agua y, sobre todo, la camaradería. 

“Me encanta la adrenalina de las regatas, pero muchas veces siento que estas competencias echan a perder la verdadera práctica de velar porque debe ser algo muy libre, natural y de forma encantadora”, mencionó el velerista, quien navega un Santana 20.

Peter Wiegandt y Luis Álvarez

Con este libro, recordamos a las generaciones de los años 50 y 60, que su único propósito era velear los fines de semana”.

Francisco Armenta y Ana Ramírez
Jorge Murrieta y Jimena Ruiz
Xavier Hill y Toño de la Vega

DE GENERACIÓN EN GENERACIÓN

Yon Belausteguigoitia y Javier Álvarez

Algunos de los presentes han seguido una tradición que inició desde sus abuelos, como Yon Belausteguigoitia, quien recordó cómo este pasatiempo le ha otorgado grandes satisfacciones a nivel mundial a su familia, los ha unido y enseñado acerca de resiliencia.

“Veo esto como una metáfora de la vida, como sociedad tenemos que trabajar en equipo para salir adelante y así es cuando estás a bordo, cada quien tiene una función específica para que todo salga bien”, mencionó el empresario de software, quien desde los 2 años velea gracias a que sus padres de igual manera fueron competidores olímpicos. 

Después de admirar los artículos exhibidos, Luis Álvarez platicó su sentir acerca de esta disciplina, la cual le ha dado muchas satisfacciones en lo profesional y personal. 

“La mejor escuela que he tenido es la vela, la competencia me permitió aprender a plantear objetivos, a organizar, implementar, tomar decisiones y obtener resultados más allá de mis objetivos gracias a la constancia que se debe tener, al reconocer errores y tomarlos como sugerencia para mejorar y disfrutar en un espacio al aire libre”, dijo el anfitrión y autor de “Historia Náutica de Valle de Bravo”

“También me dio innumerables amigos con las tripulaciones contrincantes, me permite velear en familia con mi papá, mis hermanos, Carlos y Martha, y, en los últimos años, lo hago con mi señora, Sharon, y mis hijos, Luis, Patricio y Javier”.

+ ¿De qué trata?

‘Historia Náutica de Valle de Bravo’ es un compendio de documentos, fotos, relatos y anécdotas de este Pueblo Mágico que retrocede a los años 40 con los antecedentes del lago, así como a 1952, cuando se funda el Club Náutico Avándaro, a la fecha; Luis Álvarez con la ayuda varios veleristas, quienes han conformado una comunidad, este libro tiene un total de mil 650 páginas, de las cuales 350 serán impresas y el resto se entregarán en una USB.

Amaya Huerta y Mario Escobosa

La vela es un deporte que me ha dado la oportunidad de conocer a mucha gente de todo el mundo, hacer un gran grupo de amigos, viajar y visitar lugares que, de otra forma, no sería posible”.

Sharon Álvarez y Carmen Escalante
Jennifer Holden
Jaime Graber

CLUB NÁUTICO AVÁNDARO

Conmemoran Día de la Marina en Valle de Bravo

+ Echa un vistazo

A través de la cuenta de Instagram @hnauticadevalledebravo se muestran fotografías y reseñas de diferentes momentos en este Pueblo Mágico de diferentes veleristas.