Un derrame petrolero masivo se registró en marzo de 1898 en el Golfo de Alaska luego de que encallara el petrolero Exxon Valdez de Exxon Corporation. Gracias a fuertes vientos y olas, el crudo eventualmente cubrió más de 2 mil kilómetros de costa y sus aguas adyacentes.
A pesar de no ser uno de los derrames más grandes, es considerado como el mayor en términos de daños al medio ambiente debido a que ocurrió en un sitio remoto, alcanzó una vasta extensión y a la abundancia de vida silvestre en la zona.
Ya que la mayoría de los cadáveres de animales se hundieron, se estima que murieron cerca de 250 mil aves acuáticas, do mil 800 nutrias, 300 focas, 250 águilas calvas, hasta 22 orcas y miles de millones de huevos de peces.