Son tantas las palabras y sentimientos que quisiera expresar que al final me quedo con un agradecimiento a Dios por haberme dado la dicha y fortuna de ser tu hijo, porque ¡fuiste el mejor papá del mundo!
Nos dejas un gran legado, no sólo a la familia, sino a todos tus amigos, colaboradores y gente que tuvieron la oportunidad de conocerte;
sin duda, un gran orgullo para todos nosotros.
Voy a extrañar no tenerte físicamente, aunque sé que siempre estarás conmigo y con todos apoyándonos y cuidándonos desde el Cielo.
Gracias papá por tus cuidados, apoyo, entrega y amor incondicional siempre. Vete tranquilo y descansa en paz, pues tu labor en la tierra la realizaste de manera extraordinaria, dejándonos una gran huella.
De mi mamá, hermanos y tus nietos no tienes que preocuparte, pues estaremos todos bien siempre con tu presencia celestial. Te mando un beso, un abrazo, todo mi amor y cariño al Cielo. ¡Te amo y te voy
a extrañar mucho!