El impulsor de la gran construcción hospitalaria fue Fray Antonio Alcalde. El obispo español llegó a Guadalajara en 1771, y 16 años más tarde, el 27 de febrero de 1787 puso la primera piedra del entonces conocido Hospital Real de San Miguel de Belén en las afueras de la Ciudad. 

Abrió sus puertas, completamente funcional en 1794, dos años después de la muerte de Alcalde. Este nuevo recinto respondía a la gran necesidad de atención médica en la Nueva Galicia, que previamente tenía el hospital en la Plaza de Venegas, donde ahora está el Mercado Corona.

Este recinto, que incluyó la construcción de un cementerio anexo (Santa Paula, ahora conocido como Panteón de Belén) marcó un hito arquitectónico en su tiempo: fue el primer hospital más grande de América Latina que tiene una planta estrellada, en el centro se concentraba la atención para todas las salas de enfermos, lo que facilitaba la movilidad y la logística de atención. Tiene en su centro murales del reconocido Gabriel Flores (en la foto).

El recinto de arquitectura ecléctica, entre barroco y neoclásico, fue construido con gruesos muros de adobe y revestimientos de cantera amarilla, material con la que se construyeron emblemáticos monumentos como el Palacio de Gobierno y la Catedral Metropolitana. 

El hospital tiene 22 patios, que tenían originalmente distintas plantas medicinales y un sistema natural de ventilación que se articulaba con grandes ventanas “y se completaba con un sistema vanguardista nombrado ‘por llamada’, que hacía circular el aire viciado desde los extremos de las salas hacia las linternillas ubicadas en las bóvedas del repartidor. Su diseño ‘es perfecto, vanguardista, muy inteligente. No le faltaba nada’”, ha calificado el experto en patrimonio de la Universidad de Guadalajara, David Zárate Weber.

En marzo pasado, el recinto del siglo 18, fue declarado Patrimonio Cultural de Jalisco por su valor arquitectónico en conjunto con la actual sede del Panteón de. Belén y la sede de Ciencias Forenses. Ahora con esta declaratoria, la primera en su tipo en Jalisco para un conjunto edificado, busca fortalecer su protección legal, que ya tenía por ser un edificio histórico incluido en el Inventario Estatal del Patrimonio Cultural del Estado de Jalisco.

Información: Rebeca Pérez Vega. Fotos: Universidad de Guadalajara y Ayuntamiento de Guadalajara.