El hospital tiene 22 patios, que tenían originalmente distintas plantas medicinales y un sistema natural de ventilación que se articulaba con grandes ventanas “y se completaba con un sistema vanguardista nombrado ‘por llamada’, que hacía circular el aire viciado desde los extremos de las salas hacia las linternillas ubicadas en las bóvedas del repartidor. Su diseño ‘es perfecto, vanguardista, muy inteligente. No le faltaba nada’”, ha calificado el experto en patrimonio de la Universidad de Guadalajara, David Zárate Weber.