Julio de 2017: Uno de los mayores icebergs de la historia, del tamaño de Colima se desgajó de la Antártida en 2017. El bloque de hielo, de 5 mil 800 kilómetros cuadrados y un billón de toneladas.
“Es uno de los mayores icebergs registrados y su futuro es difícil de predecir. Puede mantenerse como una sola pieza, pero es más plausible que se rompa en varios fragmentos. Una parte del hielo puede permanecer en la zona durante décadas, mientras que otras partes podrían ir a la deriva hacia el norte”, explicó en su momento en un comunicado el glaciólogo Adrian Luckman, líder del proyecto Midas. Hace una semana, la Agencia Espacial Europea (ESA) alertó de que el iceberg podría suponer “un peligro para el tráfico marítimo”.
“Aunque se trata de un evento natural, y no somos conscientes de ningún vínculo con el cambio climático inducido por el ser humano, el desgajamiento coloca a la plataforma de hielo [Larsen C] en una situación muy vulnerable”, reflexionó Martin O’Leary, otro glaciólogo del proyecto Midas. La pérdida del iceberg reduce un 12% la superficie total de Larsen C.