Cuando tenía 2 años de edad, Iván López Reynoso recibió de regalo la película beta de “Fantasía”, de Disney, la cual no sólo le causó furor, pues la adelantaba y la regresaba para verla una y otra vez, sino que también direccionó su vida hacia su más grande pasión, la música.

“Son caricaturas que cuentan historias con obras maestras, como la ‘Quinta Sinfonía’, de Beethoven, o ‘La Consagración de la Primavera’, de Leopold Stokowski, quien en una escena subía al podio y levantaba las manos para dirigir, entonces, yo les decía a mis papás que quería hacer eso”, expresó el director artístico de la Orquesta del Teatro de Bellas Artes.

Al no provenir de una familia de músicos, sus padres se informaron con conocidos para saber los pasos a seguir para que él pudiera lograr su más grande sueño, convertirse en director de orquesta.

“A los 4 años, comencé mis clases de violín y teclado. Toda la primaria y secundaria estuve en Guanajuato, de donde soy originario, iba siempre a los conciertos de la Sinfónica del Estado y, una vez al año, al Cervantino”, comentó el también contratenor.

Cuando tenía 15 años, se mudó a Morelia para ingresar al Conservatorio de las Rosas, cuya formación musical incluyó el bachillerato. Fue allí donde comenzó a hacer sus pininos tocando en orquestas, como solista y violinista, y, a los 19 años, se aventuró a vivir en la Ciudad de México, donde estudió en el Centro Cultural Ollin Yoliztli.

Con tan sólo 19 años de edad, realizó su gran debut profesional en el Auditorio Luis Elizondo, en Monterrey, dirigiendo la ópera completa y nada fácil de “Las Bodas de Fígaro”, de Mozart.

“Estaba muy nervioso, pero, al mismo tiempo, contento, porque por fin hice lo que tanto soñaba. Fue súper importante para mí y emocionante, recordaré siempre ese día con muchísimo cariño”, dijo Iván, de 31 años de edad.

Poco a poco se fueron abriendo las puertas hasta su primer gran presentación en la Ciudad de México, en noviembre de 2012, cuando en el Palacio de Bellas Artes encabezó una gala de ópera con cinco solistas de antología, entre los que estaba Javier Camarena, David Lomelí, Rebeca Olvera y Carlos Almaguer.

“En ese momento, con 22 años, me convertí en el director de orquesta mexicano más joven en haber dirigido en ese recinto”, externó el titulado con mención honorífica de la Escuela de Música Vida y Movimiento.  

“Desde 2010, escucho que la cultura está en crisis. Se dice que no se apoya y tal vez haga más falta, pero, hoy, en 2021, veo más cantantes mexicanos que nunca, músicos, compañías de ópera independientes, orquestas juveniles, jóvenes directores, cineastas, actores y bailarines”.

En 2014, dio todavía un salto mayor en su carrera al ser invitado al Rossini Opera Festival, en Pésaro, Italia, concertando “El Viaje a Reims, de Rossini”, convirtiéndose en el primer mexicano en dirigir el festival.

“Para explicarlo, tal vez de una manera más coloquial, es como si viniera un italiano a enseñarnos a hacer tacos al pastor”, mencionó el artista, quien habla español, inglés, italiano, alemán y algo de francés.

“Ir a dirigir a la meca de la ópera italiana fue muy importante y, definitivamente, de ahí empezó mi carrera con bastante más velocidad y en sitios más importantes por todo el mundo”.

Prueba de ello son las próximas 14 funciones de “El Rey que Rabió”, de Chapí, al frente de la Orquesta de la Comunidad de Madrid en el Teatro de la Zarzuela de la capital española.

Además, nuevamente hará historia al ser en el primer mexicano en dirigir en la prestigiosa Ópera de Zúrich, en tres funciones concertantes de “El Pirata” de Bellini, con un elenco internacional que incluirá al tenor Javier Camarena.

“He aprendido en que esta carrera se gestiona con mucho tiempo, inclusive, tengo ya compromisos hasta septiembre de 2028 en España, pues los teatros programan con muchísima antelación y la agenda se va llenando”, compartió el admirador de Isaac Hernández y Guillermo del Toro.

En cuanto a sus expectativas sobre el futuro, se enfoca en llevar su trabajo siempre a un nivel más alto, mantener la disciplina a tope, características que recomienda seguir a los jóvenes que se quieran dedicar a esta profesión.

“Primero, tenacidad y pasión. A la música hay que amarla muchísimo, porque es una compañera de vida muy generosa, pero celosa, necesitas atenderla y dedicarle tiempo, horas de estudio, investigación, curiosidad, leer libros, ir a museos, es una inversión importante, pero seguro aquellos que estudian esta profesión, que buscan esa felicidad, la van a tener siempre y cuando amen la música”, platicó el fan de ver películas y series de suspenso, policiacas y de investigaciones.

“Disfruto cantar y a veces lo hago en conciertos y recitales, pero mi actividad principal es la dirección de orquesta. Cuando tengo algún hueco en la agenda de director, aprovecho y programo algo de cantante, pues es la manera en que puedo mantenerme como intérprete”.