Para el primer sacramento de su bebé, Janine Haneine y Cristo Plascencia eligieron la Parroquia de San Jacinto, en San Ángel, pues es un lugar que les fascina por su historia debido a que está lleno de interesantes leyendas.

“Cuentan por ahí que en la Nueva España y durante la Colonia, Hernán Cortés nombró a la orden de los dominicos para que edificaran esta iglesia que también es ex convento; definitivamente, es una joya arquitectónica”,
explicó Janine.

Enfundada en un ropón de la firma Fina Ejerique, obsequio de su abuela materna, Paloma Haneine, la pequeña Bárbara fue apadrinada por su tío, Eduardo Haneine, y Jackie Tostado, una de las mejores amigas de la mamá, quien platicó qué significó para ella que su hija haya sido bautizada.

“Siento mucha emoción de ser testigo del inicio de este camino espiritual con apoyo de toda la familia que la ama y adora”, platicó Haneine, quien lleva cinco años de matrimonio.

Durante la ceremonia, el Padre les recordó que Santa Bárbara es la Patrona de las Tormentas, lo cual relacionaron con su carácter, sobre todo, cuando lloró un poco al momento que le echaron agua bendita sobre su cabeza.

“Estuvo un poco inquieta en la misa, pero ocurrió algo muy chistoso, porque como ella ya empieza a balbucear, de repente quiso interrumpir al Padre para dialogar con él; fue muy divertido y todos reímos”, compartió Janine.

“Tiene un carácter muy fuerte, es divertida, inteligente, brillante, cariñosa y cuenta con mucho sentido del humor; para mí, ella ha sido una maestra de vida y mi mayor lección, pues todo el tiempo quiere aprender cosas y conocer el mundo, es increíble la energía tiene”.

La recepción se llevó a cabo en el restaurante San Ángel Inn, donde los invitados comieron rib eye, ensaladas, pastel de trufas y frutos rojos y, para la sobremesa, tomaron carajillos.