UN LÍDER EXCEPCIONAL

Jiang Zemin murió de leucemia y fallo multiorgánico en Shanghai, indicó la agencia Xinhua.

La televisión estatal CCTV afirmó que las banderas estarían a media asta en los edificios gubernamentales en China. Los portales en internet de los medios estatales aparecieron en blanco y negro y mostraban una foto en blanco y negro de un crisantemo en sus cuentas oficiales de la red social Weibo.

El Presidente ruso, Vladimir Putin, fue uno de los primeros líderes mundiales en rendirle tributo.

"Como amigo sincero de nuestro país, Jiang Zemin hizo una contribución inestimable al desarrollo de las relaciones ruso-chinas y las llevó al nivel de una asociación de confianza e interacción estratégica".

La televisión estatal china dedicó 48 minutos de un noticiero vespertino extendido a la muerte de Jiang. Se le mostró charlando con granjeros, recorriendo fábricas y conociendo a líderes extranjeros.

El partido lo declaró un “gran revolucionario proletario” y un “luchador comunista de larga trayectoria”.

Los rumores de que Jiang podría tener problemas de salud se difundieron después de que se ausentó de un congreso del partido gobernante en octubre en el que Xi, la figura más poderosa de China desde al menos la década de 1980, rompió con la tradición y se otorgó un tercer mandato de cinco años como líder.

UN LENTO ASCENSO

Oriundo de la provincia de Jiangsu, Jiang nació en 1926 en una familia relativamente rica de la ciudad de Yangzhou y creció bajó la ocupación japonesa durante la guerra.

Tras participar en movimientos estudiantiles clandestinos, se sumó al Partido Comunista en 1946. Luego se formó como ingeniero en Moscú y más tarde se distinguió en la industria estatal.

En el inicio de su carrera, Jiang carecía de credenciales revolucionarias y del prestigio de Deng Xiaoping, que lo impulsó para encabezar una nueva generación de líderes.

En 1985 se convirtió en el alcalde de Shanghai y más tarde en el jefe del Partido Comunista local, lo que lo impulsó a nivel nacional.

Visto por muchos como una figura de transición, Jiang fue elogiado por frenar las manifestaciones en Shanghai de manera pacífica en la época de la represión de Tiananmen.

Había muchos problemas de corrupción en esa época, pero era una persona animada y jovial.Tal vez esa sea la imagen que la gente conserve de él".

Según la profesora Patricia Thornton, de la Universidad de Oxford, la muerte de Jiang “no puede dejar de suscitar la reflexión sobre algunas marcadas diferencias entre el pasado no tan lejano y la realidad de la vida en la China de Xi hoy”.

UNA POTENCIA ECONÓMICA

Jiang estaba a punto de jubilarse como secretario del partido en Shanghai en 1989 cuando fue reclutado por el entonces líder Deng Xiaoping para unir al partido y la nación. Sucedió a Zhao Ziyang, quien fue despedido por Deng debido a su simpatía por los manifestantes de Tiananmen liderados por estudiantes.

Cuando Jiang reemplazó a Deng Xiaoping como líder en 1989, China se encontraba en su primera etapa de su modernización económica. Pero después de dos mandatos de cinco años (1993-2003), Beijing era miembro de la Organización Mundial del Comercio (OMC), había obtenido la organización de los Juegos Olímpicos de 2008 y avanzaba hacia su papel de superpotencia.

Los analistas afirman que Jiang y su grupo conocido como “Shanghai Gang” continuó influyendo en las políticas comunistas mucho tiempo después de que abandonase el poder, incluyendo la elección de Xi Jinping como Presidente en 2012. Sin embargo, su poder se fue disolviendo a medida que Xi se afirmó como nuevo líder.