Ganar trofeos y ser considerados como los mejores atletas del mundo no es garantía de felicidad.
Contrario a lo que se piensa, algunos deportistas optan por dejar sus disciplinas a temprana edad. Ashleigh Barty, con 25 años, fue la última atleta que llamó la atención al decirle adiós al tenis.
“Hubo un cambio en mi carrera en el que mi felicidad ya no dependió de mis resultados. Después de seis años ya sé que di todo lo que tenía. Se lo dije a mi equipo muchas veces, que ya no tenía eso en mí, ni física ni emocionalmente, todo lo que demanda estar en el nivel más alto. No tengo nada más que dar y ese es el éxito para mí, el dar todo. Es mi éxito”, comentó Barry.