La pasión por el deporte y las actividades llenas de adrenalina son dos cosas que Martín Fuentes comparte con sus cinco hijas, Jacky, de 12 años; Carolina, de 10; Renata, de 8, y las mellizas, Emilia y Paula, de 6.
Con el deseo de inculcarles fortaleza y valentía ante la vida, el piloto de carreras emprendió, junto a ellas, un recorrido por países como Tanzania y Ruanda.
“Fue el mejor de los viajes que pude haber hecho con mi familia, incluso, nos acompañaron mi mamá y mi suegra; la interacción que tuve ahí con mis niñas no la he logrado en otro lugar, porque es un sitio mágico”, comentó Martín Fuentes, esposo de Jacqueline Bracamontes, con quien lleva 14 años de casado.
Durante cuatro días, los Fuentes Bracamontes estuvieron en el Parque Nacional Serengueti, conocido por tener la mayor migración anual de animales del mundo.
Asimismo, pasaron por el santuario de gorilas en el Parque Nacional de los Volcanes, el cual forma parte del área de conservación de Virunga.
“Es una experiencia impresionante estar con leones a metro y medio de ti; lo que más impactó a las chicas fue conocer la cadena alimenticia y la ley de la selva en su máximo esplendor, porque vimos a un grupo de hienas comiendo un búfalo muerto”, contó Martín Fuentes, integrante de la Squadra Corse Garage Italia.
“Todas son muy aventureras, no le tienen miedo a nada. Renata es la más curiosa, se la pasaba haciendo preguntas a los guías y bajó en un punto del recorrido para estar muy cerca de las jirafas”.
La paternidad es una bendición que Dios me mandó, una responsabilidad enorme y lo más hermoso que me pudo haber pasado como ser humano; adoro ser papá de estas cinco niñas y enseñarles a ser fuertes e inteligentes, con la experiencia que me ha dado la vida y los deportes”.
De este modo, el atleta Martín Fuentes, quien se convirtió en padre a los 37, platicó que ahora le gustaría llevar a sus pequeñas a Nueva Zelanda, ya que es un país con gran biodiversidad.
Además, mencionó qué significa para él ser papá y cuáles son los desafíos a los que se enfrenta al ejercer este papel.
“Es un reto darles una buena educación y cuidar lo que ven en redes sociales; trato de conectarlas a lo natural y la convivencia con otros, para que no estén pegadas al teléfono y las tabletas”, comentó Martín Fuentes.
“Lo genial de esto es verlas jugar, pelear y crecer, o que me pidan que les enseñe algo nuevo, como a brincar; si notan que voy a bucear, ellas también quieren aprender y, aunque no están en edad de practicar algunas disciplinas, me llena de orgullo lo deportistas y osadas que son”.
+ Días mágicos
Algunas de las actividades que más disfrutó Martín Fuentes, junto a sus hijas, en Ruanda y Tanzania fueron: