Como en muchos otros países, en México la percepción del envejecimiento está influenciada por factores culturales, económicos y sociales. Y a pesar del respeto cultural que existe hacia los adultos mayores, también se suele asociar la vejez con la inactividad, la debilidad o la falta de productividad.
De hecho, se cree que las personas mayores ya no tienen la capacidad de aprender cosas nuevas, adaptarse a cambios tecnológicos o participar en ciertas actividades sociales. Estos estereotipos generan una visión limitada de lo que significa envejecer.
Rompiendo el edadismo en México
En México, hay más de 14 millones de personas mayores y, aunque representan un grupo significativo de la población, siguen enfrentando prejuicios que limitan su bienestar, derechos y participación en la sociedad.
Uno de los estereotipos más comunes es la idea de que las personas mayores no pueden aprender cosas nuevas, adaptarse a la tecnología o seguir disfrutando de la vida activamente.
Estos prejuicios refuerzan la creencia de que envejecer implica perder autonomía y reducir su capacidad de disfrutar y aportar a la comunidad.
El edadismo y la crononormatividad: barreras invisibles
El edadismo es una forma de discriminación basada en la edad que afecta especialmente a las personas mayores. Se manifiesta en estereotipos, actitudes negativas o trato desigual, y limita su acceso a oportunidades y derechos.
Uno de sus aspectos más sutiles es la crononormatividad, la idea de que hay una edad “correcta” para cada etapa de la vida: aprender de jóvenes, trabajar en la adultez y retirarse en la vejez.
Esta creencia rígida refuerza la exclusión de las personas mayores y reduce sus posibilidades de desarrollo. De hecho, la Organización Mundial de la Salud alerta que la mitad de la población tiene actitudes edadistas, lo que contribuye al aislamiento social, la inseguridad financiera y el deterioro de la salud física y mental.
¿Sabías que...?
De acuerdo con el informe La Silver Economy de la Comisión Europea, si las personas mayores integraran un solo país, serían la tercera economía más grande del mundo, solo detrás de Estados Unidos y China.
Fue un gerontólogo neoyorkino quien acuñó el término en 1969 para referirse a actitudes discriminantes utilizando la edad.
“La sociedad mexicana está marcada por el edadismo. La adopción de estereotipos negativos hacia personas mayores tiene impacto en la discriminación laboral y el acceso a servicios”.
Señalan expertos en la materia
Enfrentan retos en el ámbito laboral
Koltin: redefiniendo la vejez
A través de la campaña #RedefiendoLaVejez, Koltin busca cambiar la narrativa sobre el envejecimiento y colocar a las personas mayores en el centro de la conversación. Con una membresía de salud que incluye seguro médico y un enfoque integral de bienestar, la empresa desafía los prejuicios y promueve la inclusión.
“Es fundamental transformar la forma en que percibimos la vejez. El edadismo no solo limita el acceso de las personas mayores a derechos y oportunidades, sino que también refuerza una visión excluyente del envejecimiento. Es imperativo generar un cambio y diseñar productos que les permitan seguir sintiéndose seguros, tanto física como financieramente, para que puedan seguir haciendo lo que más aman por más tiempo”, explica Eduardo Ortiz Reynaga, director de Koltin México, una empresa dedicada al envejecimiento saludable.
Envejecer no debe ser sinónimo de límites, sino de posibilidades. Romper con el edadismo es una tarea que nos beneficiará a todos en el futuro.