Uno de los duelos de apuestas más recordados es entre L.A. Park y Pierroth Jr.

Sin embargo, contrario a otras rivalidades, el encono no se acumuló con el paso de los años, incluso ni siquiera se originó en el ring.

Los dimes y diretes surgieron de manera espontánea y la batalla por las máscaras se arregló en cuestión de un par de meses.

NI SE TOPABAN

Todo empezó el 4 de mayo de 1998 en el programa de radio “Balconeando la lucha”, transmitido en Nuevo Laredo, Tamaulipas, al cual fue invitado Pierroth Jr. junto con sus compañeros Damián 666 y Súper Crazy, entre otros.

En la charla, el Bocazas hizo gala de su arrogancia y aseguró que era invencible, que desafiaba a quien pensara lo contrario, y de pronto se le ocurrió retar a L.A. Park a un duelo de máscaras.

Un día después, L.A. Park respondió y aceptó el combate el cual fue organizado por el promotor César Johnson, y quien bautizó la batalla como “La Revolución del Norte”, para llevarse a cabo el 20 de julio en la Plaza de Toros Lauro Luis Longoria, de Nuevo Laredo, Tamaulipas.

CALENTAMIENTO PREVIO

Pierroth Jr. se encontraba en su mejor momento, y el 19 de junio ganó la máscara de Kiss, lo cual aumentó su condición de favorito.

Antes de la batalla decisiva, la rivalidad se calentó con un enfrentamiento previo.

La lucha fue tan intensa que L.A. Park salió lesionado de una rodilla. Pierroth estaba tan encendido que de manera accidental propinó un sillazo al promotor Johnson, por lo que de inmediato reaccionaron los elementos de seguridad para contener al Bocazas y el conato de bronca con el público y otros luchadores.

LA BATALLA FINAL

El 20 de julio, la Plaza de Toros se encontraba copado a su máxima capacidad con 11 mil aficionados hambrientos por ver la esperaba lucha.

La primera caída la dominó Pierroth con sillazos a la cabeza y destrozando la máscara de su rival.

En la segunda, despertó L.A. Park para emparejar las acciones.

En el tercer episodio, ambos con sangre en el rostro y notablemente cansados se liaron en un combate de castigos, hasta que L.A. Park sorprendió con una huracarrana para que le aplicaran a Pierroth la cuenta de tres palmadas.

La hija de Pierroth despojó a su padre de la máscara para entregarla de manera simbólica al hijo de L.A. Park, para así dar a conocer el rostro de Norberto Salgado.

Impotente y frustrado por la derrota que no aceptaba, Pierroth encaró al promotor Johnson, quien le respondió con un guitarrazo en la cabeza.

SE VUELVEN AMIGOS

Al perder la máscara, Norberto Salgado emigró a Puerto Rico donde se unió a Ray González, y posteriormente volvió al CMLL con el nombre de “Comandante Pierroth de Puerto Rico”, adoptando un personaje antagónico a los mexicanos.

Al perder la cabellera ante Héctor Garza (QEPD), Pierroth perdió brillo, y en 2008 sufrió un derrame cerebral que lo obligó al retiro.

Años después de ese duelo de máscaras, al enterarse del percance de su rival, L.A. Park lo ha apoyado incondicionalmente.

“Fue una gran rivalidad, y sinceramente sí era un odio personal dentro y fuera de la lucha libre, y mira cómo la vida nos cambia nuestras mentes, y cómo lo aprecio, lo amo, lo quiero, y le pido a Dios que lo guarde mucho, que nos lo siga teniendo. Ese odio que tenía hacia él, ese coraje de persona a persona se ha terminado y ahora es puro amor hacia él. Lo odiaba de verdad a este güey, pero hoy lo quiero mucho, es mi carnal”, admitió L.A. Park.

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Información: Omar Fares
Fotos: Internet y Jesús Ballesteros