"El Amor de mi Vida"

Escrita pata la telenovela homónima de 1998, con Claudia Ramírez y José Ángel Llamas en los estelares, la composición “trata sobre del error de engañar a la mujer de tu vida. Se puede ser infiel y no ser un villano”, según explicó la actriz Verónica Merchant, que formó parte del reparto, durante la promoción del melodrama.

"Yolanda"

Alejado un poco de las canciones de protesta e inmerso de lleno en las letras románticas que también le dieron mucha fama y reconocimientos, es considerada una de las mejores “poesías” escritas por Pablo Milanés. Una infaltable en la playlist de los enamorados de la trova.

"La Felicidad"

Un tema cargado, pese a su título, de muchísima melancolía. Milanés nos lleva por la historia de un hombre que ve a su amada sonriendo y plena, sujetada del brazo de otra persona. Y es que muchas veces ver a alguien que amas sumamente feliz, aunque no sea contigo, es algo, en efecto, muy melancólico.

"El Breve Espacio en que No Estás"

Quizás la canción más conocida y versionada de su repertorio, que se extiende por casi más de 300 composiciones. Por ser una “básica” de Milanés, se merece su lugar en esta lista, pues gracias a ella el nombre del cubano retumbó en todo el mundo.

"El Tiempo Pasa"

Otro tema nostálgico, cargado de mucho pasado y dolor, que explora la juventud perdida y los sueños no alcanzados. Pieza importante dentro de sus casi 100 discos de estudio, y prueba indeleble de que Milanés vaya que sabía hablarle a los sentimientos.

"Pobre del Cantor"

Otra prueba del genio del cubano, en este caso en lo que respecta a los sentimientos revolucionarios que impregnaron su lucha social a través de la música. Habla con dureza y sin muchos pelos en la lengua sobre aquellos que no se unían a la revolución. Otro clásica para los amantes de su cancionero.

"Yo Pisaré las Calles Nuevamente"

Se trata de un tema de protesta compuesto por Milanés en 1974, a pocos años de su debut en la música, después de conocer la noticia de la muerte de Miguel Enríquez, primer secretario del MIR chileno. No se puede entender el género de la trova sin hablar de su corazón de protesta.