Los esquites son vástagos de una culinaria mestiza. En cada humeante vasito, los granos de elote y los perfumes del epazote, provenientes de la milpa, se mezclan con queso y mayonesa. Existen variantes regionales, al centro del país, los granos suelen sofreírse en aceite o mantequilla, con ajo, cebolla, epazote y chile verde o de árbol.
En la sierra de Hidalgo se preparan esquites borrachos, con pulque; en Hermosillo, los granos se cuecen en una miel de piloncillo, y en Tlaxcala, se asan y luego se saltean con epazote y rajas de chile loco.
Los Esquites La Costeña® se sazonan con epazote y un toque de chile jalapeño. “Sabemos que los sabores de la gastronomía mexicana se encuentran en constante cambio, como estas nuevas combinaciones para los esquites con diferentes ingredientes; sin embargo, en La Costeña® nuestro principal objetivo es mantener el sabor y preparaciones tradicionales de este platillo, dándole, además, un toque adicional con otros productos de la marca, como la mayonesa con limón, la salsa arriera o las rajas de jalapeño”, agrega Ana Belén Díez.
Los nombres de este antojito también varían a lo largo y ancho de la República, en San Luis Potosí y Tampico se conocen como trolelotes, en Michoacán son vasolotes; en Aguascalientes, chascas, y en Monterrey, elotes en vaso.
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