
VALLE DE GUADALUPE.- A lo largo de un fin de semana, la familia Cetto compartió sus casi 100 años de logros y pasión por la vinificación en su festejo de la vendimia, en el cual, cerca de mil asistentes lucieron sus outfits campiranos, rodeados de los paisajes bajacalifornianos.
A través de actividades como el concurso de pisado de uvas y un menú de cuatro tiempos creado por el chef David Salgado, entre otras dinámicas gastronómicas y culturales, los convocados disfrutaron de la experiencia que inició con una bienvenida de los organizadores.
“Nos estamos acercando a un número muy importante, que es el siglo de nuestro aniversario; estamos a poco de cumplirlo. Es algo que mi abuelo inició en 1928, una cosa que ni él se imaginaba que se podía dar en la región”, mencionó Luis Alberto Cetto, director general de la compañía.


“El negocio se originó en Tijuana y Tecate, pero ahora lo tenemos aquí, en el Valle de Guadalupe, y nos sentimos demasiado agradecidos con todos los que nos han acompañado”.
Tras la misa y bendición de la cosecha, los anfitriones de L.A. Cetto anunciaron su línea de productos de uva orgánica, propuesta en la cual han trabajado desde hace años y que está próxima a estrenarse; además, expresaron su emoción al convertirse en la primera bodega del Valle en superar las mil medallas internacionales.

En nombre de toda la familia Cetto y los que trabajamos en el grupo, nos sentimos muy honrados y emocionados por su compañía en nuestra fiesta número 97”.
LUIS ALBERTO CETTO, director general

“Estoy orgulloso de poder contribuir y aportarles algo de conocimiento en la producción de nuestros viñedos. Este es un evento demasiado bonito, hoy tenemos un clima increíble y el ambiente está muy bueno; indudablemente, es algo que nos gusta y gozamos mucho con nuestros visitantes”, platicó Sebastián Suárez, enólogo de L.A. Cetto.
Asimismo, los herederos del legado familiar hablaron de la responsabilidad que representa para ellos formar parte del grupo y resaltaron que la celebración es el pretexto ideal para reunir a sus miembros, pues aunque viven en diferentes lugares, durante la “Fiesta de Colores” vuelven a conectar entre ellos.


+ Desde 1992, cuando ganó la primera medalla de oro en el International Wine Challenge, de Londres, Inglaterra, el grupo ha recibido preseas doradas en competencias en Italia, China, Francia, Canadá, Croacia, Luxemburgo, España, Suiza, Estados Unidos, Alemania y Japón

“Es un honor, porque es un legado gigante; aunque tengo nervios, no sobrepasa la emoción que hay al estar empezando a agarrar un poquito de conocimiento de diferentes áreas y ver cómo puedo empezar a poner de mi parte para continuar creciendo”, comentó Luis Ángelo Cetto, gerente de marca.
“Ver a la gente contenta con lo que les estamos ofreciendo es el mejor regalo. He aprendido el valor de la consistencia, la persistencia y, más que nada, a ser una persona honrada”.
Para cerrar con broche de oro y como es tradición, el concierto sorpresa de la la “Fiesta de Colores”, de L.A. Cetto, corrió a cargo de Reyli Barba, quien los puso a cantar con temas como “El Abandonao”, “Así Es la Vida”, “Desde que Llegaste”, “Al Fin me Armé de Valor” y “Amor del Bueno”, entre otros.

Nuestro precursor y joya es el Nebbiolo, que fue de los primeros vinos en competir en el extranjero y regresar con un galardón; a partir de ese momento, fue cuando despegamos”.
LUIS ÁNGELO CETTO, gerente de marca
De fiesta en Valle de Guadalupe
Para celebrar su 97 aniversario, L.A. Cetto preparó diferentes actividades.
Si mi abuelo, don Luis, hubiera visto nuestra evolución hasta esta vendimia, diría que esto es un gran cambio y una oportunidad para diferentes generaciones”.
MÓNICA CETTO

Es un gusto juntarnos aquí, convivir y un buen momento para vernos; mis vinos favoritos son el Pinot Noir y el Chardonnay. Mi esposa y yo siempre cenamos con una o dos copitas y le variamos, algunas veces blanco y otras tinto”.
BENJAMÍN ARGÜELLES, marido de Angélica Cetto