De acuerdo con pobladores, los delincuentes operan bajo la protección del Ejército mexicano.
La caída del precio de la goma de opio provocó que los grupos criminales hayan buscado una nueva forma de hacer dinero y esto lo encontraron en la tala de árboles, señaló la agencia Quadratín.
En la comunidad de El Pescado, uno de los 31 poblados que forman parte de esta zona, el secretario del Comisariado Ejidal, Javier Hernández, ha encabezado a un grupo de pobladores para cuidarse de la banda encabezada por Crescenciano Arreola.
Esta célula criminal, denunció, recibe la protección de mandos del Batallón de Infantería del Ticuí, localizado en el Municipio de Atoyac de Álvarez.