BAJO FUEGO

Mujeres de las localidades de El Pescado y el Ejido Guajes de Ayala alertaron sobre enfrentamientos estos dos días entre ese grupo criminal y pobladores, los cuales habrían dejado varios muertos.

“Estamos pidiendo ayuda, que venga el Ejército, la Guardia Nacional”, dijo una de ellas.

Advirtieron que existe la amenaza de que La Familia Michoacana entre a los pueblos para asesinar a la gente.

SIN PROTECCIÓN

De acuerdo con los testimonios, este fin de semana se retiró el Ejército de esa zona, quien permanecía para evitar la incursión de los criminales.

En una conversación por WhatsApp, la comisaria del Ejido de Guajes de Ayala urgió ayuda del Gobierno antes de que sea demasiado tarde.

“Aquí me dirijo a las autoridades de Gobierno que necesitamos su ayuda, es urgente que nos echen la mano, hay muchos niños, estamos rodeados, no podemos hacer nada”, expresó entre sollozos.

“La Familia Michoacana nos tiene rodeados y nadie puede salir de los pueblos”.

EN DEFENSA DEL BOSQUE

Los enfrentamientos entre pobladores e integrantes de la Familia Michoacana se empezaron a incrementar en marzo de este año, lo que ha originado el desplazamiento de familias hacia otros puntos de Guerrero e incluso a otras entidades del País.

Según las autoridades y habitantes, ese grupo criminal quiere entrar a sus pueblos para seguir explotando los bosques.

Ante esa amenaza, hombres de esa región de la Sierra se armaron desde febrero para defender a sus familias y los recursos naturales.

Comunidades vecinas, como la Hacienda de Dolores, se han convertido en pueblos fantasma porque la gente huyó por la violencia.

DENUNCIAN COMPLICIDAD DEL EJÉRCITO

De acuerdo con pobladores, los delincuentes operan bajo la protección del Ejército mexicano.

La caída del precio de la goma de opio provocó que los grupos criminales hayan buscado una nueva forma de hacer dinero y esto lo encontraron en la tala de árboles, señaló la agencia Quadratín.

En la comunidad de El Pescado, uno de los 31 poblados que forman parte de esta zona, el secretario del Comisariado Ejidal, Javier Hernández, ha encabezado a un grupo de pobladores para cuidarse de la banda encabezada por Crescenciano Arreola.

Esta célula criminal, denunció, recibe la protección de mandos del Batallón de Infantería del Ticuí, localizado en el Municipio de Atoyac de Álvarez.