'TOMA DE LIMA'

Manifestantes antigubernamentales, principalmente de las regiones del sur de Perú, comenzaron a llegar esta semana a la capital para exigir la renuncia de la Presidenta Dina Boluarte, en una protesta que es denominada “Toma de Lima”, en desafío al estado de emergencia.

La Policía elevó la vigilancia de las carreteras de ingreso a Lima tras la partida desde distintas regiones del interior del país de buses y camiones con manifestantes hacia la ciudad, que ha suspendido sus festejos por los 488 años de su fundación.

“Será como la marcha de los cuatro suyos”, explicó Roger Mamani de 28 años, en alusión a la masiva marcha de tres días que en julio de 2000 desembocó en la caída del régimen autocrático de Alberto Fujimori en noviembre de ese año.

LA MARCHA DE LOS CUATRO SUYOS

El 28 de julio del 2000, Alberto Fujimori juramentó por tercera vez de manera consecutiva como Presidente de Perú después de ganar los comicios de manera dudosa y entre el poco reconocimiento por parte de otros jefes de Estado de la región.

El entonces opositor Alejandro Toledo— quien más tarde se convirtió en Presidente (2001-2006) y años posteriores fue encarcelado por el caso Odebrecht— convocó a una manifestación que fue nombrada “La Marcha de los Cuatro Suyos”, inspirado por los cuatro puntos cardinales del imperio inca.

Las marchas que fueron pacíficas por dos días escalaron cuando los cordones policiales les impedían a los manifestantes llegar a sus destinos (el edificio del Congreso y el Palacio Presidencial).

Los movilizados saquearon el centro de la ciudad, por lo que la Policía respondió con cañones de agua y gases lacrimógenos. También aviones MIG de la Fuerza Aérea peruana sobrevolaron a poca altura mientras los jóvenes rompían las ventanas del Palacio de Justicia y lanzaban dentro trapos impregnados con gasolina.

También se prendió fuego en el Banco Nacional, en donde seis guardias de seguridad murieron asfixiados por el fuego que acabó totalmente con el edificio.

“Los bomberos y varios periodistas fueron atacados y golpeados. Al menos 80 personas resultaron heridas, muchos de ellos por el impacto en la cabeza o el cuerpo de canastas de gases lacrimógenos. La Policía Nacional informó que había detenido a 106 personas, pero el número real dobla esta cifra”, señala Human Watch Rights.

La protesta concluyó con 6 muertos, desaparecidos, centenares de heridos y detenidos.

ASÍ LO REPORTEÓ REFORMA

La Plaza San Martín y el Paseo de la República, sectores neurálgicos del casco histórico limeño, se convirtieron en un virtual campo de batalla. “Le dieron, le dieron en el pecho, se va a morir”, gritaba desesperado un joven de unos 20 años al ver a su padre en el piso con el torso ensangrentado, víctima de un cartucho de gas lacrimógeno.

Se trataba de Amanció Velázquez, un arequipeño que desde el jueves se encontraba en Lima para acudir a la convocatoria del líder opositor Alejandro Toledo para reclamar nuevas elecciones y repudiar “la dictadura de Fujimori”.

En la Plaza San Martín, un grupo de manifestantes descubrió a un suboficial de inteligencia de la Fuerza Aérea, quien fue golpeado. Anoche Lima presentaba el aspecto de una ciudad bombardeada, pese a que los aviones de la Fuerza Aérea sólo realizaron vuelos intimidatorios.

De hecho, Fujimori suspendió el acto de posesión de los Ministros y el desfile militar con el que hoy se iba a celebrar el 179 aniversario de la Independencia.

CAÍDA DE FUJIMORI

Los organizadores de la Marcha denunciaron al asesor presidencial Vladimiro Montesinos como supuesto responsable de los desórdenes ocurridos. De acuerdo con sus declaraciones, Montesinos perpetró a agitadores profesionales a la marcha.

En noviembre de ese mismo año, Fujimori renunció a través de un fax desde Japón tras darse a conocer casos de violación a derechos humanos y de corrupción. Sin embargo, al poco tiempo regresó a Chile, donde fue detenido y extraditado a Perú en 2007.

En Lima el ex Presidente fue condenado a 25 años de prisión por el asesinato de 25 peruanos.