I. LA VENGANZA

Cuando Mariana salía con Daniel (nombre ficticio), intercambiaron fotografías íntimas por medios digitales. Tiempo después, cuando rechazó continuar la relación, él difundió las imágenes de ella por Facebook y WhatsApp.

“Sucede en casi todos (los casos) de manera similar”, detalla Jiménez.

“Tienen una relación de pareja y en esta etapa de confianza se comparten imágenes. Terminadas las relaciones, generalmente cuando ellas tienen otra pareja, el ex al enterarse empieza a publicar”.

Algunos agresores las buscan antes de hacerlo. Les envían las imágenes con frases como “¿cómo quieres que me olvide de este cuerpo? Vamos a volver”.

Y cuando ellas los rechazan, reciben comentarios como “tú te lo buscaste por p…” y difunden las imágenes.

En muchas ocasiones también ocurre que el material fue tomado sin consentimiento. La persona no se dio cuenta que fue grabada o fotografiada.

Hasta hoy, dice Jiménez, en todos los casos que ha acompañado, las víctimas son mujeres y siempre conocen a los agresores, que son hombres.

II. EL IMPACTO

Todavía hoy, Mariana sigue recibiendo mensajes de personas que vieron sus imágenes en internet. La juzgan, la acosan y/o la culpabilizan de lo ocurrido.

Algo que caracteriza a la violencia digital es que el contenido difundido puede llegar a millones de personas de cualquier lugar del mundo en cuestión de segundos. Y que una vez que está en internet, difícilmente puede ser eliminado.

“El clic, el compartir, el difundir, el desprestigiar con una fotografía, estamos hablando de una violencia que viven las mujeres en forma masiva”, indica Alicia Nava, titular de la Unidad de Igualdad de Género de la Fiscalía de Nuevo León.

“No es sólo un agresor, sino que hay muchos perpetradores de esta violencia. Quien lo ve, quien lo difunde, quien lo replica”.

III. REVICTIMIZACIÓN

La mayoría de las víctimas son jóvenes de entre 16 y 24 años.

Para las menores de edad, la vergüenza y la culpa que sienten porque sus imágenes se hayan difundido, se une al miedo de que sus papás se enteren.

A diferencia de las mujeres adultas, ellas no pueden denunciar sin una persona mayor de edad.

“Me ha tocado estar frente a ellos (los padres) que les dicen: ‘¿por qué andas haciendo esas cosas, cochina? Eso está mal”, cuenta Jiménez, de Voces de Mujeres en Acción.

Los padres, indica, tienen la responsabilidad de escucharlas sin juzgar, preguntar qué fue lo que ocurrió y apoyarlas.

Otro problema es que la investigación de la denuncia suele ser lenta, lo que desanima a muchas de continuar con el proceso, señala Claudia Lozano, abogada que llevó y ganó el primer caso de delito contra la intimidad en el Estado.

“No contamos con suficiente personal en la Fiscalía. Las pruebas periciales se tardan demasiado”, dice.

“Las mujeres se arman de valor (para denunciar), lo quieren hacer, pero al momento de llegar a la Fiscalía (se desaniman)”.

QUÉ HACER

Si alguien difunde contenido íntimo tuyo en medio digital:

  1. No lo borres. El material es la prueba base para presentar la denuncia.
  2. Guarda evidencia. Toma capturas de pantalla de las conversaciones con el agresor.
  3. Identifica al agresor. No importa si usa un nombre falso o seudónimo.
  4. Busca acompañamiento. Apóyate en alguien de confianza.
  5. Denuncia. Esto ayuda a visibilizar la problemática en el Estado y hacer justicia.

GOLPE ÍNTIMO

Fuente: Fiscalía General de Justicia de Nuevo León

PRIMERA SENTENCIA

30 de octubre del 2020

– César Gerardo M., de 29 años, fue sentenciado a seis meses de prisión por divulgar fotos y videos íntimos de su ex novia.

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Voces de Mujeres en Acción

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Teléfono: 811-3231-698

DENUNCIA

Fiscalía Especializada en Feminicidios y Delitos contra las Mujeres

Alejandro Humboldt 800, Centro de Monterrey.

Fiscalía Virtual: virtual.fiscalia-nl.gob.mx/

Con información de Dalia Gutiérrez