Previo a la presentación de tres números de la Orquesta Sinfónica de Minería, la emoción entre los asistentes era evidente en sus rostros, pues aseguran que escuchar piezas como el “Huapango” y “Carmina Burana” son siempre un deleite.
“Ésta es una oportunidad enorme para sumarnos al gran esfuerzo con tres obras excepcionales y, sobre todo, con un fondo muy específico: apoyar de manera decidida y total a los damnificados del huracán “Otis” en Acapulco, porque actualmente requieren de una gran cantidad de ayuda”, platicó el empresario Alejandro Rodríguez.
Necesitamos no cansarnos de ayudar a Acapulco, no es sólo dar una aportación una vez, se trata de continuar para que se convierta en un ejercicio constante para que la gente del Puerto salga adelante”.
Paulina Amozurrutia aseguró que este tipo de eventos incita a la gente a apreciar la cultura musical clásica desde otra perspectiva, pues contribuye a una noble causa, que califica como una doble dicha.
“Es una velada de armonía y concientización, tenemos que ayudar a nuestros hermanos, damnificados del huracán “Otis” en Acapulco, no sólo hoy, también durante muchos meses, porque la tragedia es un tema que nos sensibiliza a todos”, contó la presidenta de la Fundación Unión Mujer.
Estoy agradecida con la Orquesta Sinfónica de Minería y con Fundación Inbursa, porque gracias a ellos es que pudimos hacer estE evento para ayudar a la reconstrucción integral de Acapulco; es un proyecto de largo plazo, hay que seguir con el apoyo y trabajo en conjunto como mexicanos”.
Antes de iniciar el espectáculo de la Orquesta Sinfónica de Minería, el ingeniero Luis A. Ascencio, presidente del Consejo de la Academia de la Música del Palacio de Minería, compartió que los conciertos son momentos mágicos de complicidad entre los músicos, el director y el público para crear una experiencia increíble, con un mayor peso por ser partícipes para la reconstrucción física y moral de la zona afectada.
Queríamos destinar los recursos para que lleguen a personas que lo necesitan y también contribuir económicamente”.
Después de “Huapango”, de Moncayo, Raúl Aquiles reveló que la segunda pieza, “Obertura Solemne 181, Op.49”, de Tchaikovski, estaba dedicada específicamente a los damnificados del huracán “Otis” en Acapulco y a aquellas que no salieron de la catástrofe.
“Escuchar este tipo de composiciones es una maravilla porque brotan todos los sentidos del ser humano, tiene la capacidad de elevarte y de remontarte emocionalmente a muchas cosas”, declaró Mariana Baños, presidenta de Fundación Origen.
“Lo increíble es que fue un lleno absoluto; en este tipo de momentos es en donde se aprecia la unidad del mexicano y es algo maravilloso”.
Suman esfuerzos
Lo recaudado con la taquilla de este concierto será triplicado por Fundación Inbursa.
- La Orquesta Sinfónica de Minería, así como Grupo Coral Ágape, Coral Ars Iovialis, de la Facultad de Ingeniería; Alquimistas, de la Facultad de Química; Aliis Vivere, de la Facultad de Medicina; Coro en Clave de Fa, de la Facultad de Arquitectura; Dentis Cantorium, de la Facultad de Odontología; Coro Acordes, de la Escuela Nacional de Lenguas, Lingüística y Traducción, y el coro de niños y jóvenes Cenzontles del Tepeyac contribuyeron a esta causa con su talento.
- Se presentaron la soprano Darenka Chávez, el tenor Carlos Alberto Velázquez y el barítono Enrique Ángeles.
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A través de su cuenta de Instagram, la Orquesta Sinfónica de Minería promovió el concierto a beneficio de los damnificados del huracán “Otis” en Acapulco.