¿Qué es la tortura sexual?

El diagnóstico define a la tortura sexual como como toda forma de acción basada en discriminación por razones de género. Violencia contra el cuerpo y la dignidad de mujeres, lo cual causa sufrimiento.

 

MEDIOS DE TORTURA

  • Desnudez forzada
  • Manoseos
  • Golpes u otro tipo de lesiones en senos, glúteos o genitales
  • Violación sexual vía oral, vaginal o anal
  • Amenaza de cometer violación
  • Introducción de objetos en las cavidades que realizan de mantera intencional

INTENCIÓN DE TORTURA

  • Insultar
  • Intimidar
  • Degradar
  • Humillar
  • Controlar
  • Obtener información o confesión
  • Castigar por un acto que haya cometido

'No se ha podido erradicar'

El subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas, reconoció que en México no se ha podido erradicar este delito que afecta con torturas a 7 de cada 10 mujeres, y con tortura sexual a 3 de cada 10 detenidas.

 

Un problema que existe en nuestro País, no ha sido posible erradicar y se presenta en todas las fases del proceso en que las mujeres expuestas a una condición de violación están expuestas“.

El camino de la tortura

En los datos expuestos, se reveló lo siguiente:

  1. El 80 por ciento de agresiones se dan por parte de cuerpos de seguridad del Estado mexicano.
  2. El 37 por ciento de las agresiones y torturas sexuales se dan durante la detención y traslado al Ministerio Público.
  3. El 41 por ciento de las agresiones y torturas ocurren del traslado del Ministerio Público al Centro de Reclusión.

Los señalados

  1. Policía Federal 28 por ciento
  2. Policía estatal 19 por ciento
  3. Policía Ministerial 16 por ciento
  4. Policía municipal 13 por ciento
  5. Sedena 7 por ciento
  6. Semar 6 por ciento
  7. Ministerial Federal 4 por ciento
  8. Guardia Nacional 1 por ciento
  9. INM 1 por ciento
  10. Personal penitenciario 1 por ciento

La voz de una víctima

“Hemos podido conocer y reconoer la tortura sexual en todos sus ámbitos, con todas sus aristas e impactos. Pudimos reconocer que habíamos sido víctimas de tortura sexual, reconocerla, y pudimos tratar de conceptualizar alrededor, no sólo se quedó ahí, sino que hemos escuchado y compartido camino con muchas mujeres que lo habían vivido”.

NORMA AIDÉ JIMÉNEZ, VÍCTIMA DE CASO ATENCO (2006)