Como parte de una pugna entre integrantes de la familia Villarreal Budnik, la Suprema Corte resolvió en definitiva sobre un juicio laboral con el que una de las partes pretendía arrebatar a la otra la propiedad de la Ladrillera Mecanizada.
Y CONCLUSIÓN POR FIN LLEGA
El máximo órgano judicial en México, concluyó que el empresario Agustín Villarreal Elizondo y su hijo Isaac Villarreal Budnik incurrieron una simulación y ordena revertir dos convenios celebrados en 2010.
ESTA ES LA HISTORIA
EL DIVORCIO
El origen de este conflicto familiar se remonta al año 2001, cuando Sulamit Budnik (fallecida en 2019) solicitó divorciarse de Villarreal Elizondo (fallecido en 2018), principal accionista y director general de las empresas.
Tras un largo pleito por los bienes de la sociedad conyugal, en 2010, una jueza dio un ultimátum al empresario para que dividiera las compañías y los bienes en dos paquetes, de los cuales su ex esposa tendría que escoger uno.
El patrimonio a repartir consistía en:
Terrenos y oficinas valuadas entonces en más de 700 millones de pesos
El 75 por ciento de las acciones de:
– Inmobiliaria Torrevillas
– Ladrillera Mecanizada
– Laminados de Barro
En un paquete puso las empresas y algunos inmuebles —con el que se quedó la mujer— y en otro puso una cantidad más grande de propiedades.
LA ESTRATEGIA
De acuerdo con Agustín Villarreal Budnik, el otro hijo varón de la pareja, para entonces su padre y su hermano Isaac ya tenían un plan para quedarse con todo.
Antes de entregar las empresas a su madre, Isaac, como director de la Ladrillera y de Inmobiliaria Torrevillas, reconoció que su padre y su tío Luis Villarreal Elizondo fueron “trabajadores” de las empresas a los que no se les pagó su sueldo, por lo que convino pagarles 194.7 millones de pesos al primero y 73.4 millones al segundo.
Los convenios fueron avalados por la Junta de Conciliación y Arbitraje y el objetivo final, afirmó Agustín hijo, era que esas deudas se terminaran pagando con las empresas mismas y los bienes que le quedaron, para dejar a su madre sin nada.
EL FALLO DE LA CORTE
Tras años de litigio, la Corte atrajo el asunto y valoró todas las evidencias, empezando porque Luis, el hermano de Agustín padre, había declarado que con él no había ningún adeudo y que cuando él firmó el convenio le dijeron que era un mero trámite y no lo dejaron leerlo.
La Corte también determinó que hubo una simulación al querer hacer pasar como empleado a Agustín padre, cuando en realidad él como accionista le había otorgado poderes a su hijo Isaac, y luego éste usó esos poderes para reconocer las deudas millonarias.
OTROS LITIGIOS
El pleito familiar también incluyó otros litigios, como una denuncia por secuestro interpuesta por Agustín Villarreal Budnik en contra de su hermano y su padre en 2016, hecho en el que también habrían participado elementos de la Policía Ministerial.
Además existe otro litigio pendiente en el que se señala que Villarreal Elizondo y su hijo Isaac simularon la venta a una empresa de papel de parte de las propiedades de las empresas —que formaban parte del paquete seleccionado por su esposa tras el divorcio— para quedarse con ellas y entregar las compañías sólo de membrete y ya sin bienes.