De acuerdo con Agustín Villarreal Budnik, el otro hijo varón de la pareja, para entonces su padre y su hermano Isaac ya tenían un plan para quedarse con todo.
Antes de entregar las empresas a su madre, Isaac, como director de la Ladrillera y de Inmobiliaria Torrevillas, reconoció que su padre y su tío Luis Villarreal Elizondo fueron “trabajadores” de las empresas a los que no se les pagó su sueldo, por lo que convino pagarles 194.7 millones de pesos al primero y 73.4 millones al segundo.
Los convenios fueron avalados por la Junta de Conciliación y Arbitraje y el objetivo final, afirmó Agustín hijo, era que esas deudas se terminaran pagando con las empresas mismas y los bienes que le quedaron, para dejar a su madre sin nada.