Lily Collins lleva tanto tiempo en Emily in Paris que ya se espera de ella que sea una autoridad parisina. Tras tres temporadas interpretando a Emily Cooper, una ejecutiva de marketing estadounidense que trabaja en la Ciudad de la Luz, pasa gran parte del año en Francia y constantemente le piden recomendaciones. Pero está allí para trabajar.

“No tengo tanto tiempo libre como me gustaría para explorar”, afirma en entrevista telefónica. “Constantemente estoy descubriendo nuevos lugares y pidiendo listas a la gente porque me gustan los sitios no turísticos”.

Collins, de 33 años, ha ido confeccionando su propia lista paseando en scooter por el Sena, visitando el canal Saint-Martin y conociendo las calles que rodean el mercado de Clignancourt. Pero reconoce que uno de los mejores monumentos de la ciudad sigue siendo el más famoso.

“Siempre que estoy en la ciudad y miro hacia arriba y veo la Torre Eiffel, no importa cuántas veces la haya visto, me siguen dando escalofríos”, dice. “Es todo un logro”.

La tercera temporada de Emily in Paris se estrenó en Netflix el mes pasado. Collins habló con The New York Times sobre “The Five Minute Journal”, el concepto de hygge y otras cosas que le atraen en casa, en París y más allá.

1.- TARJETAS DE FELICITACIÓN

Tengo una caja en la que guardo tarjetas que le enviaré a la gente. Algunas tienen más de 10 años. Tengo personas en mente y les compro tarjetas sabiendo que un día van a cumplir 25 años y necesitarán esta tarjeta. Me encanta la idea de que un simple trozo de papel pueda decir tanto sobre cómo has estado pensando en alguien.

2.- AUTORRETRATOS

Es muy interesante que un artista o un fotógrafo pinte, dibuje o se haga un autorretrato, porque es una mirada al interior de cómo alguien se ve a sí mismo. La fallecida fotógrafa Vivian Maier es un bello ejemplo.

3.- "THE FIVE MINUTE JOURNAL"

Te hace peticiones fáciles de responder y te ayuda a ser consciente de cómo puedes ver las cosas de muchas maneras diferentes. En lugar de decir las tonterías que te han pasado ese día y lo disgustado que estabas por algo, puedes ver cómo podrías haber manejado mejor ciertas cosas a lo largo del día, por qué estás agradecido, qué te emociona y qué es bueno en tu vida. También escribes afirmaciones diarias y cosas que te gustaría conseguir. Es precioso echar la vista atrás a diarios anteriores y ver hasta qué punto has crecido.

4.- TREEHOTEL

Uno de los lugares de la lista de deseos en los que quería alojarme era el Treehotel de la Laponia sueca, que es básicamente una colección de preciosas casas en los árboles. Cada una tiene un aspecto distinto: un nido de pájaro, un ovni o una libélula. En nuestra luna de miel, mi marido nos reservó una en lo alto de los árboles. Al alojarte allí, te sientes como un aventurero y tienes esa sensación de niño pequeño que siempre me ha encantado.

5.- SOPA DE LETRAS

Siempre he llevado conmigo un libro de sopas de letras en los vuelos. Es una forma de desconectar mi mente. Me ponen en una especie de trance meditativo. Además, tengo una extraña sensación de logro cuando completo una.

6.- FLORES SECAS

Cuando vamos a los mercados de productores, siempre acabo encontrando flores secas increíbles. A veces las guardo durante años para poder ver diferentes flores y recordar dónde las conseguí. Si las consigo en un mercado de otra ciudad o de otro país, las meto en libros y me las traigo. Son recuerdos muy románticos.

7.- VAN GO

En el programa de Magnolia Network Van Go, Brett Lewis convierte cosas como vans en casas, tiendas, camiones de comida… lo que la gente quiera. Es una forma interesante de ver qué necesita la gente, qué quiere y cuál es su estética. También es una forma de ver cuáles son las necesidades básicas cuando se reducen las cosas y qué se puede hacer en un espacio tan pequeño.

8.- HYGGE

Siempre me ha gustado el ambiente acogedor: calcetines acogedores, el suéter acogedor de mi abuela, el fuego encendido, jugar con los amigos o la familia… Estar a gusto en un entorno es muy importante para mí. Cuando conocí el concepto danés, hygge, me sentí vista, como: ‘oh, Dios mío, alguien me entiende’.

9.- CAFÉ

Busco cafeterías en cualquier lugar al que vaya. En una ciudad extranjera, pueden proporcionar una sensación hogareña y de confort. Hay una marca noruega de café llamada Tim Wendelboe que he descubierto en nuestros muchos viajes a Dinamarca. Es probablemente el café más increíble que he tomado nunca.

10.- "MONOCLE"

Cuando viajamos, a veces programamos nuestros viajes en torno a cosas que leemos en la revista “Monocle”. Arte, moda, lo que sea, mencionan los lugares a los que van los residentes y que celebran a los artesanos locales. También puede ayudarnos a decidir adónde vamos después. Si hay un lugar que es genial y tiene lugares increíbles que visitar y que no conocíamos, quizá ese sea nuestro próximo destino.