Todo México esperaba este pleito.
Millones de aficionados se paralizaron esa noche. Por televisión o radio, nadie quería perderse el combate.
Ambos peleadores se habían enfrascado en una guerra de declaraciones.
Héctor “Macho” Camacho llegaba con marca de 40-1, y el ídolo de Culiacán le dio una repasada en 12 asaltos. Ganó JC por decisión unánime.
En aquella noche, Chávez tuvo varias oportunidades para acabar con el combate con su tradicional ‘gancho’ a la zona blanda, no obstante, prefirió seguir golpeando la cara de su rival, hasta dejar el rostro completamente desfigurado, como una venganza por sus declaraciones previo a la pelea.