Los aficionados no olvidan ese tiro, mismo que le dio a Bulls el sexto campeonato.
Jordan recuperó la posesión gracias a una jugada defensiva y entonces liquidó al Jazz de Utah en las Finales de 1998 con un tiro que dejó a todos en las gradas con cara de incrédulos.
Se quitó la marca de Byron Russell y encestó una canasta que le dio a Chicago el último título en la era Jordan, y hasta hoy, el último de la franquicia.