Si partimos de la definición que pro bono es la prestación de servicios jurídicos gratuitos que se otorga a grupos vulnerables de la sociedad, entonces cualquier empresa que tenga un área jurídica integrada por uno o más abogados, también puede realizar esta labor. Involucrar a los jurídicos de las empresas es de suma importancia para empujar la promoción de la cultura pro bono en México. 

Hay que destacar que el trabajo pro bono funciona de manera distinta dentro de una empresa que en un despacho legal, debido a sus temas de “compliance”. Sin embargo, para incorporar esta práctica, siguen un camino similar al que realizan los despachos de abogados.

Consideraciones para realizar trabajo pro bono en una empresa

El director jurídico de la empresa debe estar convencido de la importancia de realizar trabajo pro bono. La recomendación es que las compañías interesadas en realizar esta labor social, adopten la definición de los Estándares Pro Bono México para cumplir con los lineamientos sobre el trabajo legal pro bono. Algunas empresas se han comprometido en adoptar los Estándares Pro Bono México para alinear su práctica pro bono con base en la definición.

Las compañías pueden hacer trabajo pro bono de manera independiente a través de diversas actividades, como dando capacitaciones legales en distintas materias a los grupos objetivos como propiedad intelectual, privacidad de datos, entre otras. Asimismo, pueden trabajar en conjunto con las clearing houses brindando capacitaciones legales o realizando investigaciones jurídicas o estudios legales. Otras veces crean alianzas con despachos con los que trabajan, para crear programas pro bono en conjunto.

Se sugiere considerar el apoyo de una clearing house para que funja como el intermediario entre el beneficiario de la ayuda legal y el departamento legal de la empresa que la ofrece de manera altruista; asimismo puede ayudar con la vinculación de proyectos pro bono enfocados en ciertos temas.

Alianzas con el área de responsabilidad social

Para lograr los objetivos pro bono, es recomendable que el área jurídica de una empresa se acerque y se comunique con el área de responsabilidad social, porque puede ser su primer acceso para ayudar a prestar servicios jurídicos gratuitos. A través de la vinculación de su área de responsabilidad social, pudiera incluso apoyar a las organizaciones que las áreas de responsabilidad social ya apoyan en temas que no tienen riesgo, como capacitaciones legales, o hacer investigaciones y estudios jurídicos, que requieren.

Se sugiere, primeramente, ver qué está haciendo el área de responsabilidad social para poder acceder a los posibles aliados y realizar el trabajo pro bono que se requiera y, de esta forma, tener un interés común como empresa. Generalmente es recomendable alinear el trabajo pro bono a los ODS con los que la empresa se compromete.

Institucionalizar una empresa en el trabajo pro bono

Si una empresa quiere sumarse al trabajo pro bono, se aconseja que inicie con la firma de los Estándares Pro Bono México con la finalidad de asumir el compromiso que conlleva esta práctica y aceptar los lineamientos que se estipulan para lograr los propósitos de esta labor, de acuerdo con sus metas establecidas.

Es fundamental que definan las actividades que pueden o no realizar, de acuerdo con sus áreas de riesgo y a sus valores. Al igual que los despachos, deberán seguir una serie de procesos para facilitar sus objetivos, entre ellos contar con un manual pro bono donde especifiquen cómo van a trabajar, así como que promuevan la cultura pro bono entre los abogados que trabajan en la empresa o con los despachos que contratan, así mismo se recomienda hacer alianzas con las clearing houses y despachos de abogados, capacitar al personal, llevar una buena estrategia de comunicación, entre otras.

Si como empresa no sabes cómo empezar, puedes acercarte a algún despacho de abogados o con alguna clearing house miembro de los Estándares Pro bono México para recibir una asesoría en relación con su práctica pro bono.

Fomento a la cultura pro bono

Lo que se considera muy importante es que, independientemente si las empresas hacen o no trabajo legal pro bono, se cuente con su apoyo para promoverlo. La manera de hacerlo es, al contratar a un despacho legal para que les maneje sus asuntos jurídicos, se les pida que realicen trabajo pro bono o que firmen los Estándares Pro Bono México y/o que incorporen en sus contratos de prestación de servicios legales la Cláusula pro bono que prevén los Estándares.

Actualmente, a través de Estándares Pro Bono México, se está proponiendo formar un grupo de directores jurídicos para que apoyen en la promoción de la cultura pro bono y pueden integrar más empresas a que firmen los Estándares Pro Bono México.

Lo mismo se está haciendo con las universidades,donde se logró el compromiso con directores de facultades y se entabló un diálogo para promover la cultura pro bono entre los estudiantes de derecho y cómo podrían impulsar la creación de una clínica legal o de un bufete jurídico gratuito, como la tienen ya algunas.

Asimismo, las barras mexicanas o colegios de abogados están involucrados para promover dentro del gremio el trabajo legal pro bono, en base a los Estándares, cuando se suscribe alguien como agremiado. Actualmente, ya firmaron los Estándares Pro Bono México: la Barra Mexicana Colegio de Abogados, la Asociación Nacional de Abogados de Empresas (ANADE), el Ilustre y Nacional Colegio de Abogados de México y Abogadas MX. Y como movimiento nacional, gracias a la Fundación Barra Mexicana, Barra Mexicana Colegio de Abogados o ANADE, se llegó a los capítulos de los Estados, que están adaptando los Estándares Pro Bono México para tener esta definición a nivel nacional. Actualmente, ya se cuenta con varios despachos y abogados signatarios en otros estados.

Además, el Centro Mexicano Pro Bono cuenta con un programa especial de implementación de proyectos pro bono empresas y ha realizado grandes colaboraciones con alrededor de 12 empresas, de las cuales algunas han repetido año con año.

Fuente: Lila Gasca, directora Pro Bono Hogan Lovells y consejera de Centro Mexicano Pro Bono; e Ivette Montero, fundadora y directora ejecutiva de Centro Mexicano Pro Bono. Ambas son redactoras de los Estándares Pro Bono México.