Nancy, de la comunidad de Juana González, también en Jerez, sufre por ver a su niño con Síndrome de Down estresado todo el tiempo. En junio salió de su casa, pero todavía no puede olvidar el sonido de los balazos.
Ella, junto con su esposo, perdió sus tierras que era su sustento, pero no quieren regresar al sitio en el que mataron y descuartizaron a su compadre por reclamar por la violencia y los robos.