Inicialmente, se quería que la primera cinta la dirigiera Steven Spielberg, quien rechazó el proyecto ya que su idea de hacerla en versión animada no fue aceptada por los ejecutivos; tras barajear varios nombres de cineastas (entre ellos Mike Newell, a quien le dieron la dirección de la cuarta película), se tuvo a dos finalistas: Terry Gilliam y Chris Columbus.
Rowling quería que Gilliam dirigiera la adaptación porque era fanática de su estilo, pero Warner Bros. se decidió por Columbus por su labor en filmes como Mi Pobre Angelito y Papá por Siempre, y desde que inició la preproducción hizo clic con la visión que se tenía para el largometraje.
Rowling estuvo muy al pendiente de la elección del elenco, laborando junto a Columbus y la responsable del cast, Susie Figgis, quien renunció a su labor diciendo que el realizador no tomaba en cuenta ninguna de sus opciones para el reparto.
Tras hallar a quienes encarnarían a Severus Snape, Albus Dumbledore, Minerva McGonagall y Rubeus Hagrid, en agosto del 2000, Daniel Radcliffe, Emma Watson y Rupert Grint fueron elegidos para dar vida al trío dinámico de protagonistas.