La nueva era de la Fórmula Uno ha comenzado.

La evolución y revolución del Gran Circo tiene su razón de ser en la búsqueda de mayor competencia en la parrilla, lo que aumentará el espectáculo en las 23 carreras que conformarán el calendario 2022.

Los monoplazas llegarán a Bahréin con cambios en la carrocería y muchos de sus componentes que dictarán su comportamiento.

El diseño de los alerones delantero y trasero, así como el regreso del efecto suelo, son algunos de los elementos que se modificaron para potenciar los adelantamientos si quitarle velocidad a los monoplazas.

EFECTO SUELO

El efecto suelo de la década de los 80 se implementó en la F1 para maximizar el acercamiento entre los monoplazas, no obstante, el precio de esa velocidad se pagaba caro. Fueron tantos los accidentes que provocó esta innovación que tuvieron que prescindir de ella.

Ahora, gracias a la tecnología el “Efecto Venturi” está de vuelta. El funcionamiento se explica de la siguiente manera: el aire recorre un túnel que va disminuyendo su diámetro permitiendo una mayor aceleración y una zona de baja presión.

Antes de llegar al difusor, los túneles se abren y dejan escapar el aire creando una especie de succión que les permite pegarse más al suelo y acercarse a sus rivales, sin depender de sus alerones.

ALERÓN DELANTERO

Uno de los principales cambios en el monoplaza de 2022 será el diseño del ala delantera.

En los último años, esta pieza se construyó de manera compleja porque desde sus apéndices se generaba gran parte de la carga aerodinámica.

Sin embargo, ese aire sucio que se producía afectaba directamente al coche de atrás complicando los adelantamientos.

Para reducir la cantidad de turbulencias ya no se contará con el vórtice Y250, que tenía la función de sellar el fondo plano y generar más carga aerodinámica, y ahora se simplificará el alerón delantero que está unido al morro.

La forma del endplate ahora es un triángulo inclinando hacia arriba, y desaparecieron los aletines de la parte inferior.

ALERÓN TRASERO

Si de alerones se trata, el trasero es el que cambia completamente su imagen.

Podría considerarse como un diseño más sencillo por sus puntas enrolladas, pero tendrá una función más compleja.

El objetivo es atraer todo el flujo de aire giratorio que recoge de la rueda trasera y del difusor formando una estela invisible y que no afectaría el rendimiento del monoplaza perseguidor.

La fusión del endplate con los flaps permitirá la continuidad del DRS, aunque si cambiará el modo en que se active dándole ventaja al piloto.

NEUMÁTICOS

Desarrollar neumáticos que puedan utilizar los bólidos de Fórmula Uno, así como los autos convencionales, fue todo un reto para Pirelli.

Este año, las gomas cambiarán de 13 a 18 pulgadas, más vistosas y con nuevas propiedades relacionadas directamente con la aerodinámica.

Disminuir el desgaste y el sobrecalentamiento de las gomas ayuda a los pilotos a reducir el número de entradas a boxes, y de ser posible, terminar la carrera con un solo juego.

Otro elemento nuevo en las llantas son las cubiertas de los rines, las cuales ayudarán a un flujo más limpio de aire que elimina las turbulencias.

Los pequeños alerones encima tienen la función de suavizar los movimientos cuando el neumáticos se deforma por degradación o que sufra un pinchanzo.

Todos los elementos que se integran afectarán directamente a la suspensión por lo que la puesta a punto será clave para las 10 escuderías.

PESO Y SEGURIDAD

Otro de los cambios importantes es el peso de los automóviles. De 752 se elevará hasta 790 kilogramos, así que la seguridad debe ser prioridad.

El halo, que durante el Gran Premio de Italia fue el protagonista al salvarle la vida a Lewis Hamilton justo cuando la llanta del auto de Max Verstappen se quedó cerca de golpear su cabeza, permanecerá.

Ahora, las configuraciones de los monoplazas absorberán el 48 por ciento de energía en la parte delantera y el 15 por ciento en la parte trasera y se harán pruebas para homologar el chasis y certificar su resistencia.