bdavanzado.org, Senado de la República y Shizhao/Wikimedia Commons

Sobre algunas calles y carreteras de México circulan vehículos impulsadas por biodiésel. Sin embargo, su producción y consumo aún son limitados a nivel nacional.

Usarlo contribuiría a mitigar la crisis climática y la contaminación del aire, pero su precio, impuestos y aspectos regulatorios actúan como obstáculos para que florezca como alternativa a los combustibles fósiles, consideran especialistas.

Si quieres aprender más sobre este biocombustible, revisa los siguientes puntos.

1. ¿Qué es el biodiésel?

Shizhao/Wikimedia Commons

Es un biocombustible líquido derivado de grasas animales y aceites vegetales, así que es considerado renovable y limpio.

Si bien es posible usarlo puro, a menudo se mezcla con diésel convencional en diferentes porcentajes, por ejemplo:

B20 (20% de biodiésel y el resto de diésel convencional)

2. ¿Cómo se produce?

Se obtiene a partir de una reacción de grasa animal o aceite vegetal, un alcohol y un catalizador que acelera la reacción.

Aceites residuales de cocina son el insumo más común para producirlo en México. También es viable recurrir a cultivos no comestibles como higuerilla, jojoba, palma de aceite y piñón mexicano.

Una opción más son las grasas animales de desecho, como el sebo de res. Se recolecta en carnicerías, rastros e instalaciones que procesan productos cárnicos, pero es raro emplearlas para biodiésel porque es una materia prima de alta demanda por las industrias cosmética, farmacéutica y de alimento para mascotas.

metros cúbicos de biodiésel al año producen las 7 empresas líderes en México.
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3. ¿Cuáles son sus beneficios?

Senado de la República
  • Usar una tonelada de biodiésel evita generar 2.5 toneladas de dióxido de carbono (CO2), el principal gas de efecto invernadero que contribuye al cambio climático.
  • Disminuye las emisiones de dióxido de azufre (SO2), un contaminante del aire, así como las lluvias ácidas.
  • Reduce la generación de compuestos azufrados e hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP). Ambos son considerados peligrosos para la salud humana.
  • Aumenta del 5 al 15 por ciento el rendimiento del combustible en vehículos.
  • Aminora del 50 al 70 por ciento la opacidad del humo emitido por su combustión.

4. ¿Quiénes lo ocupan?

Unidades del Metrobús utilizan mezclas de biodiésel elaborado con aceite residual de locatarios de la Central de Abastos.

Vehículos de transporte público y de carga son los principales consumidores de biodiésel. Camionetas particulares con motores de diésel también podrían ocuparlo, de acuerdo con Georgina Sandoval, responsable del Clúster Biodiésel Avanzado (BDA) del Centro Mexicano de Innovación en Energía-Bioenergía (CEMIE-BIO).

Asimismo, es apto para quemarse en calderas de cualquier tipo de empresa, comenta Jonatan Hernández, fundador de DerTek, compañía productora de este biocombustible.

Origen vegetal

Rudolf Diesel concibió el motor que lleva su nombre para trabajar con aceites vegetales y después se adaptó al petróleo. Consiguió la patente en 1892.

5. ¿Qué precauciones se deben tomar?

Clúster Biodiésel Avanzado (BDA

A decir de Adolfo Romero Galarza, profesor-investigador de la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC), los motores de diésel convencional pueden usar biodiésel si cumple con estándares de calidad.

Generalmente no se requieren modificaciones, pero Sandoval advierte que este biocombustible tiene un efecto de limpieza en los motores acostumbrados al combustible fósil. Al principio tal vez se liberen impurezas que tapen los filtros, por lo que hay que prestarles atención al igual que a los empaques.

Los interesados en ocupar biodiésel deberían preguntar a los fabricantes de sus vehículos bajo qué condiciones hacerlo porque algunos automóviles sólo aceptan ciertas mezclas y existen productores capaces de invalidar garantías por emplearlo inadecuadamente, detalla la científica del Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño del Estado de Jalisco (CIATEJ).

6. ¿Por qué no se utiliza más?

Juliangvm/Pixabay

A pesar de todos los beneficios ambientales del biodiésel, el principal incentivo para los consumidores solía ser su precio porque era más barato que el convencional.

Sin embargo, durante la Administración del Presidente Enrique Peña Nieto se le cargó un Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), al igual que a la gasolina y el diésel, recuerda Hernández.

“A nivel nacional era una industria creciente, pero en el momento que le colocaron el impuesto prácticamente mataron la industria de los biocombustibles en México”, sostiene el empresario.

Un litro de diésel se vende en 23.52 pesos en promedio en la Capital, según datos de Gasolinamx.com, mientras que uno de biodiésel cuesta alrededor de 25 pesos, señala Hernández.

7. ¿Qué retos enfrenta?

Productores de higuerilla trabajan con DerTerk

Con el fin de evitar el IEPS, algunos productores comercializan mezclas con baja cantidad de biodiésel como aditivo, cuenta Sandoval.

Así también evaden tener que solicitar un permiso ante la Secretaría de Energía (Sener) para producir dicho biocombustible puro.

A decir de la investigadora, el “aditivo tipo biodiésel” no está regulado, así que causa incertidumbre su calidad entre los posibles consumidores.

También son necesarias tecnologías para bajar el costo del producto, considera Romero, e incrementar las inversiones gubernamentales y empresariales en cultivos no comestibles.

La Administración actual carece de apoyos específicos para bioenergéticos, dice Hernández, a pesar de que varias empresas internacionales con operaciones en México podrían usarlos para cumplir sus compromisos de reducción de emisiones.