Por Juan Carlos Rodríguez
Por más de dos kilómetros de la Avenida Morones Prieto, desde Monterrey hasta Guadalupe, un camión de carga circuló con una carga de tarimas que preocupó a los conductores a su lado: las piezas se ladeaban hacia el costado derecho del vehículo y amenazaban con caer encima de otros autos.
Los demás automovilistas aceleraban para evitar ser alcanzados por las tarimas en caso de que cayeran.
Y durante el trayecto del camión, ninguna autoridad se hizo presente.
Vehículos con cargas ligeras o pesadas cruzan el área metropolitana y hasta carreteras con cargas que superan sus capacidades.
Muebles, frutas, llantas, madera y materiales de construcción, son ejemplos de cargas que son trasladadas a diario en cantidades excesivas, con peligro para los demás conductores.
Aunque en ocasiones el peso de la carga no es de gran magnitud, sí podría ocurrir un accidente por el volumen de los productos.
El Artículo 48 del Reglamento Homologado de Tránsito señala que los conductores de vehículos pesados deben acomodar la carga dentro de los límites laterales del vehículo y de forma que no obstruya su visibilidad.
Además los conductores deben cubrir, mojar y sujetar al vehículo la carga que pueda esparcirse.
En ningún caso, advierte el Reglamento, la carga sobresaliente podrá tener longitud mayor a la cuarta parte de la longitud del vehículo.
Pero estos criterios no son aplicados del todo.
Con toneladas de varilla, un tráiler cruzó Apodaca, San Nicolás, Guadalupe por la Avenida Miguel Alemán, y luego se internó a Monterrey, dando la impresión de fragilidad por la forma en que se flejaron las varillas.
En la Carretera Nacional, una camioneta cargando llantas en exceso cruzó desde Monterrey hasta Allende a más de 100 kilómetros por hora, mientras los neumáticos se movían de un lado a otro.
Durante recorridos, vehículos que trasladan muebles fueron detectados en la Avenida Manuel L Barragán con la carga moviéndose por la fricción generada por el viento.
Sobre la Avenida Las Torres, en Escobedo, en una camioneta iba sujetados cuatro sillones con sólo un mecate, pero se ladeaban al cruzar bordos.
Pese a que la camioneta cruzó frente al C4 de la Policía Municipal, no se presentaron autoridades viales