CORRALÓN

Cada temporada de lluvias, Joel García sufre por el agua encharcada que provoca su “vecino”, el corralón Churubusco, de Garage y Talleres, en la Colonia Francisco Garza Sada, en San Nicolás.

Incluso, Joel gasta su dinero en comprar abate para aplicarlo en los charcos del corralón, donde crece el zacate y se acumulan insectos y otros animales entre los cientos de vehículos amontonados.

“Ya me cansé, siempre es lo mismo”, reclama, “pero ni vender puedo, nadie quiere vivir aquí”.

Los “vecinos de cuidado” proliferan en varias partes de la Ciudad: instalaciones abandonadas, corralones, gaseras, plantas industriales y hasta tiraderos, son algunos de los ejemplos.

CYDSA

Sonia Armendáriz, habitante de la Colonia Bernardo Reyes, en Monterrey, se queja del predio de 40 hectáreas donde estuvo la planta de Celulosa y Derivados (CYDSA), y que ahora asemeja el escenario de una película distópica, con malos olores y proliferación de animales callejeros.

“Todos los días es lo mismo”, dice Sonia, “me asomo al balcón y lo que veo es una ciudad zombie, está llena de animales y zancudos”.

GASERA

En la Colonia Los Lirios, Felipe Salazar reclama que las viviendas ya fueron rodeadas de negocios, incluyendo una gasera que provoca temor.

“Siempre huele a gas”, afirma, “siempre se escuchan máquinas, siempre hay camiones y nunca hemos podido vender, ése es nuestro jodido problema”.

LAS SABINITAS

Desde hace 15 años, Alicia Suárez vive en la Colonia Las Sabinitas, en Guadalupe, donde hay un tiradero junto al Río Santa Catarina que, pese a las promesas, no ha sido eliminado por las autoridades.

“Ya no queremos vivir aquí, nadie hace nada”, lamenta Alicia, “todo mundo sabe de este lugar y nadie los para, ni vender puedo, la ofrecí durante años y todos me hacían ‘fuchi'”.

PROTEXA

Una explosión se registró el 11 de agosto del 2021 en la empresa Protexchem, filial de la división Protexa Industrias, en Santa Catarina, y todavía es posible ver los daños que provocó el fuego.

“No nos gusta, pero, ¿quién la va a quitar?”, comenta un trabajador de la zona.

Carlota Vargas, presidenta de la Sociedad de Urbanismo Región Monterrey (Surmac), señaló que el crecimiento continuo expande los ejemplos de instalaciones que afectan su entorno en la Ciudad, y se deben buscar soluciones mediante el diálogo.

“La solución para cada uno de estos problemas debe ser visto de manera individual”, plantea, “pero partiendo de reglas que apliquen para todos.

“…Se debe abrir un diálogo, que haya voluntades mixtas de todos: Gobierno, empresa, población”.