El nacimiento de su hermana, Meche, en 1988, fue un parteaguas en su vida, pues ese fue el inicio de una íntima relación, convirtiendo a la pequeña en su gran amiga y confidente hasta el día de hoy.
Ambos comparten el gusto por las motos desde que eran niños y ahora buscan la oportunidad de salir a entrenar juntos, ya sea enduro o trial, acompañados de sus papás, quienes les inculcaron el amor por este deporte.