Desde sus inicios, Salma Hayek cautivó a Hollywood con su belleza y estilo. La mexicana fue ganando terreno poco a poco en Estados Unidos y en 2002 llegó uno de los papeles más importantes de su carrera, ‘Frida’.
Su actuación la catapultó al estrellato, recibiendo múltiples nominaciones, entre ellas, al Oscar como Mejor Actriz, en 2013. Aunque no ganó, en la ceremonia de premiación deslumbró con su vestido negro y blanco firmado por Carolina Herrera.