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Los Cabos operó en Baja California para el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), a fin de facilitar el tráfico de heroína y metanfetamina.

De acuerdo con reportes de Estados Unidos, este brazo armado empleó una violencia desenfrenada para garantizar que el CJNG mantuviera la capacidad de traficar drogas desde Tijuana hacia los Estados Unidos a través de San Diego.

En un periodo de aproximadamente seis meses y medio de intercepciones autorizadas judicialmente de un chat grupal operado por líderes de Los Cabos, estas personas planearon más de 150 asesinatos, la mayoría en Tijuana, según documentos judiciales.

“El sangriento reinado del terror de Los Cabos incluyó el asesinato de dos ciudadanos estadounidenses adolescentes en Tijuana en noviembre de 2018″, se indicó.

Asimismo, esta célula criminal apuntó a la Policía en Tijuana, matando al menos a tres agentes.

Los Cabos se involucró en esta violencia en apoyo del CJNG, una de las organizaciones criminales transnacionales que Estados Unidos calificó como de las más peligrosas del mundo, encabezada por “El Mencho”.

Sin embargo, el semanario Zeta publicó en agosto de 2019 que esta célula de sicarios comenzó a fragmentarse al decidir salirse del CJNG.

El Departamento de Justicia de EU informó este 14 de junio de varias órdenes de aprehensión contra integrantes de Los Cabos.

  • Édgar Herrera Pardo, alias “El Caimán”, señalado por las autoridades federales como uno de los ocho operadores del primer nivel de la organización delictiva. Fue detenido en agosto de 2019 en San Luis Potosí.
  • Carlos Lorenzo Hinojosa Guerrero, “Cabo 96”
  • Édgar Pérez Villa, “Cabo 89”. Fue detenido en octubre de 2020 en Tijuana.
  • Israel Alejandro Vázquez, “Cabo 50”

Estados Unidos los acusa de Conspiración para Distribuir Sustancias Controladas para Importación y Conspiración para Importar Sustancias Controladas.