Las filtraciones fueron exhibidas en múltiples ocasiones, como constató MURAL en mayo del 2018, cuando se observó que el agua escurría de los muros por donde el tren saldría a la superficie, en la Estación Plaza de la Bandera.

Tres años después, con la obra en operación, la revisión de la Cuenta Pública 2020 realizada por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) reveló anomalías en gastos y fallas en la obra de la L3, cuya responsabilidad sería de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y del Sistema del Tren Eléctrico Urbano (Siteur).

En Junio de 2019 fueron reparadas multifisuras en las dovelas, pero dos años más tarde, la ASF encontró que no se corrigieron dovelas despostilladas, ni se realizó el monitoreo de las que registraron rupturas o estaban desniveladas, ni de los anillos que tenían agrietamientos. 

El 27 de junio, Siteur reconoció que sí existe un desnivel en dos trabes de la Línea 3 del, pero aseguró que no comprometen su operatividad y que emparejó la zona con la colocación de cemento.

Se previó que el costo de L3 sería de 18 mil millones de peso, pero la obra terminó costando 34 mil 500 millones de pesos.  

Información y fotos: Grupo REFORMA.