Las minas antipersonales fueron prohibidas a Gobiernos desde 1997 en 164 países, entre ellos a México, a través del “Tratado de Ottawa”, al considerar que su uso no distingue entre civiles y combatientes.
Sin embargo, como ha ocurrido en otras partes del mundo, son los grupos criminales quienes las han sembrado en sus territorios, y en el caso de nuestro País, son creadas de forma artesanal.
Las más parecidas a las que utilizan los grupos del narcotráfico son las llamadas “minas simples“, las cuales expanden una onda de choque al tener una presión de 2 a 6 kilogramos, es decir, al ser pisadas.