La sede nacional de Morena desde hace tres años es solamente una casa llena de manifestantes.
Tras servir para la campaña y transición del ahora Presidente López Obrador en 2018, la sede ubicada en la Calle Chihuahua 216, en la Colonia Roma, fue tomada desde diciembre de 2020 por militantes y manifestantes afínes al partido.
El motivo de la toma fue reclamar presuntas fallas en los resultados de encuestas que en su momento sirvieron para designar a candidatos a las gubernaturas en el Estado de México, Guerrero, Nayarit, Nuevo León, Tabasco y Tamaulipas.
Semanas después, los morenistas conformaron la Coordinadora Nacional de Fundadores, Militantes y Simpatizantes de Morena (Conafumsm) e impidieron el paso a los miembros de la dirigencia nacional.
La exigencia es que el CEN establezca un acuerdo con ellos en el que se comprometa a que tomará en cuenta en la distribución de candidaturas a liderazgos apoyados por esta Coordinación, rumbo al 2024, y dejarán a un lado la práctica de nombrar a ex militantes de otros partidos.
La casona tendría un costo de 42 millones de pesos, pero la dirigencia no ha informado si finalmente fueron finiquitados.
Hace unos meses, Mario Delgado, líder del partido, afirmó que habían levantado las denuncias penales correspondientes, y estaban a la espera de que, por la vía legal, se desocupara el inmueble.