En ese entonces, Bernardino Sánchez, coordinador de la CRAC-PF, dijo que nueve menores que tenían entre 15 y 16 años ya estaban capacitados para disparar.
Mientras que a los de entre 6 y 13 años se les prepara para que protejan a su comunidad, a sus familias y a ellos mismos.
La CRAC-PF cuenta con 800 integrantes distribuidos en 16 comunidades indígenas nahuas de los municipios de Chilapa y José Joaquín Herrera, en la Montaña Baja de Guerrero.