El SoFi Stadium de Los Ángeles acogió el Super Bowl LVI. Crédito: Unsplash

Siempre se dice que el Super Bowl es mucho más que un enfrentamiento deportivo. Además de decidir qué equipo se proclama campeón de la temporada NFL, la principal competencia en Estados Unidos, existen muchos otros elementos importantes que gravitan alrededor de este gran espectáculo y que dejan cifras impresionantes.

Empezamos por lo que, en esencia, al menos en teoría, es el Super Bowl: la final de la liga de fútbol americano.

La NFL es la liga más valiosa del deporte norteamericano. Genera más dinero que la NBA y consigue atraer a más espectadores. Mientras la liga de baloncesto solo cuenta con 3 franquicias en el Top 20 de los equipos más valiosos del mundo, la NFL tiene 8; además, suma unos $200 millones más en patrocinios.

No es de extrañar el interés que genera la final del Super Bowl entre los adeptos al deporte americano. Sobre en Estados Unidos, pero no únicamente. Las conexiones entre jugadores de origen mexicano y las franquicias de Los Ángeles han hecho que también sea un evento muy seguido entre la comunidad hispana.

El Super Bowl es un partido de fútbol americano, pero también un gran escaparate al mundo del que todos quieren formar parte. En lo puramente deportivo, es el trofeo más prestigioso de este popular deporte y, además, genera un gran número de apuestas. Las casas de pronósticos deportivos ven incrementada su actividad notablemente y multiplican el número de ofertas como las free bets o los bonos para atraer nuevos usuarios o compensar a los existentes, no solo en EE. UU., sino también fuera.

La edición LVI del Super Bowl dejaba una final atípica, en la que no estaba presente el MVP de la pasada edición. Pero, Tom Brady, que dejó el fútbol profesional después de conseguir 7 títulos -6 con los New England Patriots (2001, 2003, 2004, 2014, 2016, 2018) y uno con los últimos campeones  (Tampa Bay Buccaneers)- se hizo viral al twittear el recordatorio que tenía programado para el partido.

En esta ocasión, los campeones de la Conferencia Este, Los Angeles Rams recibían a los ganadores del Oeste, los Cincinnati Bengals, que jugaban su primera final en 33 años.

Los Rams jugaban de locales en su impresionante estadio, el SoFi Stadium, uno de los más grandes y modernos del mundo, y el más caro de la historia con un costo de 5 mil millones de dólares. Su financiación corrió a cuenta principalmente de Stan Kroenke, propietario de varias franquicias deportivas además de los Rams, como los Colorados Rapids de la MLS, los Denver Nuggets de la NBA o el Arsenal de la Premier League.

Entre los atractivos de este estadio situado en la localidad de Inglewood, en el Área Metropolitana de Los Ángeles, destaca la pantalla gigante de la cancha principal. Un televisor que da la vuelta al estadio; una pantalla de 360° que pesa más de 100 kilogramos.

Ambos equipos llegaron a la final con estadísticas similares y ofrecieron un encuentro muy disputado en el que el dominio fue pasando de un lado a otro. Finalmente, los locales se quitaron la espina de la derrota en 2019 ante los Patriots y ganaron su segundo título 22 años después del primero, cuando la franquicia estaba en St. Louis.

Para los de Cincinnati, esta suponía la tercera derrota en las tres finales del Super Bowl que han disputado.

El Super Bowl es el espectáculo deportivo más visto en EE. UU. Crédito: Unsplash

En 2020, la temporada regular de la NFL reunió una media de unos 15.4 millones de espectadores, una cifra que raramente consigue un partido de la NBA. El Super Bowl más visto de la historia, a falta de los números oficiales para este año, fue el de 2015, con 114.4 millones de espectadores.

En los últimos años, las audiencias han sido algo menores, aunque siempre rondando los 100 millones (la única vez en la última década que no se alcanzó esta cifra fue en 2019, con 98.4 millones). Para esta edición, se esperaba que unos 117 millones de estadounidenses vieran el Super Bowl desde sus televisores.

Después de que la NFL firmase en 2020 un nuevo acuerdo de 11 años con CBS, Fox, NBC, ESPN y Amazon, se aseguraba unos ingresos de unos $10.27 mil millones al año. Son cuatro veces más de lo que consigue la NBA por derechos de transmisión.

El Super Bowl LVI se vio en EE. UU. a través de la NBC y, en español, por la cadena del mismo grupo Telemundo, además de en streaming.

Según los acuerdos vigentes, hubiera tocado que fuera transmitido por CBS. Sin embargo, por primera vez en la historia el espectáculo de la NFL coincide con unos Juegos Olímpicos de Invierno, que son transmitidos en exclusiva por NBC; para no contraprogramarse a sí misma, la cadena llegó un acuerdo con CBS para intercambiar la emisión de este año con la del pasado.

Tan importante o más que el espectáculo deportivo es el musical; el ‘halftime show’, siempre fruto de memes varios, este año fue un homenaje al hip hop. Se vieron raperos de distintas épocas, leyendas como Dr. Dre, Snoop Dogg y Mary J. Blige, el popular Eminem o artistas más recientes como Kendrick Lamar.

La NFL apostó por un show más inclusivo en el que, por primera vez, se utilizó el lenguaje de signos con la actuación de los raperos sordos Warren Snipe y Sean Forbes.

Además, fue muy comentada la aparición estelar -boca abajo- de 50 Cent, que interpretó su gran éxito “In Da Club”.

Una de las partes más importantes del Super Bowl en términos de negocio fue lo que quedó fuera del SoFi Stadium. Los espacios publicitarios en esta cita siempre se venden a precio de oro; en esta edición, se pagaron entre $6.5 y $7 millones, una cifra récord, por mostrar 30 segundos de comercial. Más de 30 marcas distintas adquirieron espacios publicitarios, de las cuales un 40% eran nuevas.

Se vio una clara apuesta de futuro en los comerciales del Super Bowl, donde se pudieron ver criptomonedas, tecnología de realidad virtual o NFT. Como marca la tradición, la mayoría tomaron un tomo cómico y contaron con personajes muy populares.

También se pudieron ver varios tráiler y adelantos de estrenos cinematográficos para los próximos meses. De algunos ya se habían podido ver avances, pero aprovecharon la exposición que tiene el Super Bowl para ofrecer más contenido en exclusiva, como este ‘teaser’ de la nueva entrega de ‘El Señor de los Anillos’, que se estrenará en Amazon Prime en julio.