LUIS LÓPEZ MORTON
1931-2023

Como una persona que siempre se le veía con una gran sonrisa, sencillo, muy bromista y con extraordinario sentido del humor, además de ser trabajador y generoso, así recordarán tras el sensible fallecimiento de Luis López Morton a los 91 años.
Nació en Monterrey, Nuevo León, el 8 de julio de 1931. Fue el tercer hijo de Camilo López Chávez y Emma Morton Treviño. Concha y Odette fueron sus hermanas y Rafael, el menor de la familia.
Estudió la primaria en el Colegio Cristóbal Colón y, posteriormente, en el Instituto México. Cursó la carrera de Comercio en la Escuela Bancaria y Comercial, en la Ciudad de México.
En 1954, Luis López Morton conoció al gran amor de su vida Raquel Zavala Bueno (q.e.p.d.), con quien se casó al cumplir un año de conocerse.
Fruto del cariño que se profesaron fueron un gran ejemplo para sus seres queridos, pues disfrutaron de ser compañeros por 65 años hasta que ella falleció en 2020.
El matrimonio vio nacer a siete hijos: Luis, Jorge, Antonio, Javier, Patricio, Raquel y Rodrigo López Morton Zavala.



MÁXIMA GENEROSIDAD

Don Luis, como lo nombraban, comenzó a trabajar en Galerías Chippendale desde finales de los años 40.
Siempre se dedicó a la fabricación de muebles. A los 33 años, Luis López Morton fundó su propio empresa: López Morton, muebles de firma, la cual es fabricante de mobiliario de oficina de alta calidad y que tiene 59 años de antigüedad.
Durante aquellos años de trabajo acuñó la frase: “la calidad perdura, el precio se olvida”. Fue un gran empresario, quien además de hacer de su nombre una marca, colaboró con organismos como la Cámara de Comercio de la Ciudad de México, en la que alcanzó la presidencia a principios de los 70.
También, Luis López Morton participó como miembro de varios organismos del Consejo Nacional de la Publicidad, Asociación de Industriales de San Juan del Río, Querétaro, así como el Consejo Mexicano de Comercio Exterior de Occidente (COMCE), entre otros.
Quienes lo conocían lo describen como un excelente fisonomista, con una admirable memoria para recordar no sólo a la persona, sino también particularidades a detalle, lo que siempre sorprendía.
Luis López Morton fue un hombre de familia que destacó por su generosidad, pues todo lo daba a manos llenas, y nunca esperaba nada a cambio. Un legado de amor, solidaridad y empatía es lo que permeó en sus hijos, 13 nietos y ocho bisnietos. Descanse en paz.


Era un exitoso emprendedor de la vida, porque en todo lo que trabajó logró sacar a muchas personas con ello. De gran sentido del humor, siempre alegre era, de verdad, encantador. Tuve la gran oportunidad de haber compartido con él muchas comidas y no hacía más que reírnos y jugar casi como niños. Siendo tan afable, toda la gente que estuvo en contacto con él lo recordará con gran amistad, pues le extendió la mano e hizo crecer. Su amabilidad lo hacía sencillo, lleno de afecto y cariño; era un gran consolidador de todo, como lo hizo con sus hijos, sus amigos y familia”.
RODRIGO RIVERO LAKE, amigo

