Como un hombre noble, feliz, generoso, lleno de cariño y amor, gran padre, amigo y esposo, así recuerdan familiares y amigos a Alejandro Alberto Pasquel Ruiz tras su sensible fallecimiento.
Nació el 8 de abril de 1968, en Veracruz; hijo de Mario Pasquel y Enriqueta Ruiz, quienes también procrearon a Mario, Quety y Juan.
A decir de sus seres queridos, Alejandro Pasquel vivió una infancia muy bonita, conviviendo con sus hermanos, viajando entre su lugar de nacimiento y Acapulco, Guerrero.
Una persona agradable, tranquila, no se metía en problemas con nadie y, sobre todo, buen padre y esposo”.
HORACIO RIVERA, concuño
Querido cuñado, siempre estarás en mi corazón. Gracias por ser un excelente padre. Te quiero mucho”.
ADRIANA CASTAÑEDA, cuñada
UN HOMBRE PLENO
Las grandes pasiones de Alejandro Pasquel eran los deportes, como la Fórmula 1, el tenis, golf y el futbol, del que fue fiel seguidor del América.
Sus estudios los cursó en el Instituto Cumbres y destacó como empresario y financiero.
Hace cinco años, unió su vida con Gaby Castañeda, en Colima, de donde ella es originaria, en una boda sorpresa, pues realmente iban a un bautizo a casa de su hermana, Adriana Castañeda. Gaby lo asombró al salir con el vestido de novia, momento en el que decidieron jurarse amor eterno.
Alejandro Pasquel procreó con su esposo a sus dos hijos, Diego Alejandro y Santiago Alejandro, de 4 y 2 años, respectivamente.
Falleció el viernes 26 de abril, en la Ciudad de México, a los 56 años, dejando un gran legado de generosidad y felicidad a su esposa, Gaby; sus hijos, “Die” y “Santilly”, como él les decía de cariño; sus familiares y todo aquel que se cruzó en su camino. Descanse en paz.
Mi tío, Alex, tenía un corazón enorme. No había día en el que convivieras con él sin que te regalara palabras bonitas o algún cumplido. Siempre tenía los brazos abiertos y listos para abrazar o regalar cariño sin ataduras. Me enseñó a amar sin esperar nada a cambio y a ser generoso con la vida. Lo voy a extrañar mucho”.
RODRIGO SAVAL, sobrino
Era un gran hombre y amigo, se le va a extrañar mucho”.
POLO VÁZQUEZ, amigo
Era un hombre bueno, con un corazón enorme, que amaba a su familia como a nadie”.
MARIMAR COSÍO, amiga
Amor, ‘gordi, mi gordi’, no supero, no quiero, no puedo, estás en mi vida, en mi alma tatuada, te extraño, te necesito, los niños más… Te amo con toda mi vida entera, hasta el final”.
GABY CASTAÑEDA, esposa
Alejandro era un hombre noble y generoso; el más leal de los amigos”.
FERNANDO LANDEROS, amigo
El tocayo ha sido un amigo muy querido y cercano, con quien jugábamos golf, viajábamos mucho y pasamos varias Navidades en nuestra casa; también, los Años Nuevos en Acapulco. Su nobleza y calidad humana estarán siempre presentes en el recuerdo de Marycarmen y el mío”.
ALEJANDRO RODRÍGUEZ, amigo