TRIBUTO

ROGERIO CASAS-ALATRISTE

1950-2022

‘LO BUENO ES MÁS’

Distinguido por ser un destacado altruista, profesional, maestro universitario y con una gran responsabilidad social, así recordarán a Rogerio Casas-Alatriste Urquiza tras su sensible fallecimiento. 

Nació en la Ciudad de México el 25 de octubre de 1950. Fue hijo de Rogerio CasasAlatriste Hernández y Leonor Urquiza; sus hermanos fueron José Antonio, Lourdes, Federico, Eugenio, Miguel Ángel y Alejandro. Cursó la primaria y secundaria en el Colegio Simón Bolívar; la preparatoria en el Instituto Humanidades y Ciencias (INHUMYC). 

Egresó en 1975 de la carrera de Contaduría Pública por la Universidad Iberoamericana, alma máter de la cual fue el presidente de su generación en el último año. 

En noviembre de 2006, con Julio Gordillo, Raúl Valadez y Alfredo Harp, durante un evento realizado por La Association of Fundraising Professionals (AFP), en el marco del Día de la Filantropía.
En los 70, realizó una excursión a la Sierra Tarahumara
(Arriba) Rogerio Casas-Alatriste Urquiza, Martha Fernández Castelló, Felipe Dondé de Teresa, Manuel Arango y Pablo Ibarra. (Abajo) Lucía de Robina y Mercedes Aragonés celebraron el vigésimo quinto aniversario de los Premios Compartir.

Fue, a los 18 años, conferencista y coordinador de cursos de dinámica de grupos para jóvenes en el Club Altillo. En 1971, inició como auditor en el despacho Roberto Casas-Alatriste, en el que posteriormente pasó al área de consultoría en administración, en la que participó y dirigió proyectos de planeación estratégica, cambio organizacional, sistemas de información, optimización de procesos, entre otras funciones. 

Durante ese periodo, asesoró a empresas como Banorte, Alestra, ANTAD, Comercial Mexicana, Aeroméxico, Ferrocarriles Nacionales de México, Leon Weill, Cementos Tolteca, por mencionar a algunas.

A partir de 1998, pasa a ser socio de PricewaterhouseCoopers, por la fusión entre Price Waterhouse y el Despacho Roberto Casas-Alatriste, en la división de consultoría en administración. 

En 2017, con Tim Burton en la inauguración de la exposición de dicho director en el Museo Franz Mayer.
Desde joven nació su afición por el alpinismo; aquí, con sus amigos en la cumbre del Iztaccíhuatl.
En La Apostólica jugó de portero.

A partir de 2001, fecha en la que se retira de esta sociedad, se dedicó de tiempo completo al sector social, principalmente a través de Fundación Merced, A.C., en la que diseñó y coordinó “Fortaleza”, el programa de fortalecimiento institucional de las organizaciones de la sociedad civil e Instituciones de Asistencia Privada (I.A.P.) Formó parte del Consejo Consultivo Empresarial de la Universidad La Salle; fue consejero en el Fondo para Niños de México, I.A.P.; presidente del Patronato del Museo Franz Mayer; miembro del Patronato del Hospital para evitar la Ceguera en México I.A.P., y presidente de la Junta de Asistencia Privada de la Ciudad de México, entre otros. 

Los que lo conocieron coinciden en que trataba a todas las personas sin diferencia, tanto a un director de una empresa, un mesero de un restaurante o un tapicero. Integridad, fuerza, valentía, y, sobre todo, un gran optimismo, entrega y compromiso con los demás dejó en la memoria y corazones de su familia y amigos. Descanse en paz.

“Rogerio fue una gran persona. Participó toda su vida en la sociedad civil. Empezó el MAP con el Patronato”.

MARIE THÉRÈSE HERMAND DE ARANGO, amiga

“Antes de ser miembro del Patronato y presidente del mismo, Rogerio fue mi amigo, aunque fue precisamente su paso por el Museo Franz Mayer, lo que me permitió tratarlo más y descubrir en él, cualidades que no conocía. Fue una persona íntegra, transparente, honesta. Comprometido con su familia, sus amigos, su trabajo y con México. Su paso por el museo será recordado por su profesionalismo y su entrega, pero también por su trato amable y respetuoso. Sin duda, lo tendremos presente siempre, como un gran ser humano”. 

HÉCTOR RIVERO BORRELL, director del Museo Franz Mayer, de 1993 a 2018

“Tu generosidad y liderazgo social impactaron a cientos de organizaciones y personas. En Fundación Merced, creaste el programa Fortaleza, innovador y exitoso, que cambió el concepto de fortalecimiento en el sector. Transformaste la JAP en una junta cercana a las organizaciones. Tu iniciativa fue fecunda, impulsando la Universidad Ort, transformando el Museo Franz Mayer, cofundando México Libre de Corrupción… como tú lo deseabas, dejaste huella en el mundo en el que naciste”. 

PILAR PARÁS, presidenta del consejo directivo del Cemefi
En 2012, con Manuel Arango, durante los Premios Compartir.

“Hombre comprometido con las buenas causas, sereno, culto y generoso con su tiempo para ayudar y fortalecer a las organizaciones filantrópicas. Deja una huella ejemplar a seguir. Descanse en paz”. 

MANUEL ARANGO, amigo

“Fue un tipo fuera de serie. Su bonhomía y profesionalismo, aunado a su estilo de dirigir, firme, pero suave a la vez, le hicieron un líder respetado y apreciado en las instrucciones en las que colaboró y dirigió. Gran amigo y con buen sentido del humor, con convicción y optimismo solía decir: ‘Lo bueno es más’”. 

BRUNO NEWMAN, amigo

“Rogerio destacó la importancia de la profesionalización en las Organizaciones de la Sociedad Civil. Enseñó que una organización es tan fuerte como su Patronato y lo relevante que es el compromiso con la transparencia y la rendición de cuentas. Hoy nos despedimos de él, con un enorme ‘GRACIAS’”. 

Nelly Jiménez O’Farrill, vicepresidenta de Cemefi
En 2018, Pilar Servitje fue felicitada por Gerardo Limón y Rogerio Casas-Alatriste Urquiza por sus 50 años de servicio en la Cruz Roja Mexicana.

“Querido Rogerio, que estás en el cielo, tu nombre siempre será recordado. Tu lucha infatigable y férrea voluntad han hecho gran diferencia. A los que nos quedamos, danos el pan de la esperanza y perdona nuestras omisiones y faltas. No nos dejes caer en la indiferencia y en el desasosiego, y líbranos de olvidar la misión por la que tú viviste y por la que estamos. Amén”. 

PILAR SERVITJE, amiga

“A veces, pocas en la vida, se conoce a alguien profundamente humano. Hay quienes lo son por su compromiso social, por ser puente entre realidades diferentes, por su sencillez y humildad, o por su forma de querer y de darse. Rogerio lo era en todo. Una persona integral e íntegra”. 

RICARDO BUCIO, presidente ejecutivo del Cemefi

Un hombre al que admiré mucho; comprometido y preocupado por impulsar el bienestar de las personas y, en general, del sector social, con una trayectoria extraordinaria. Apoyó diversas causas en el país, buscando siempre crear una mejor sociedad. Sin duda, su vocación de servicio ayudó a mejorar la vida de muchos. Te vamos a extrañar”. 

MAGDALENA CARRAL, amiga