1972-2023
Como una mujer sin miedo y luchona, quien a veces se apachurra, pero que sale de la jaula y puede lograr lo que quiera, así se definió Doris Beckmann Legorreta, en una entrevista exclusiva para Club REFORMA en abril de 2017.
Y justamente esa esencia es con la que la recuerdan sus seres queridos tras su sensible fallecimiento a la edad de 51 años.
Mi Do, me quedo con los recuerdos de una amiga hermosa y generosa llena de detalles muy especiales siempre. El consuelo que nos queda es pensar que estás con tu mamá, a quien tanto adorabas”.
Doris Beckmann Legorreta nació el 22 de junio de 1972 en la Ciudad de México y fue la hija menor del empresario Juan Beckmann Vidal y Doris Legorreta de Beckmann (q.e.p.d.), quienes también procrearon a Juan Domingo, CEO de Grupo Becle (por Beckmann Legorreta), y Karen, la primera mujer en ser miembro del consejo de administración de la empresa.
Estudió la carrera de Administración de Empresas en la Universidad Anáhuac México Norte; vivió tres años en Nueva York y cuatro en Suiza, lugares en los que, afirmó, adquirió conocimientos profesionales que contribuyeron a ampliar su percepción de la sociedad.
Por tal motivo y aunado a sus raíces familiares, se involucró en la corporación de sus padres para ayudarlos en el apartado de labor social, pues era fiel creyente de que le correspondía continuar con el legado de la Fundación José Cuervo.
Durante su vida, Doris Beckmann Legorreta se dedicó a apoyar a mujeres y niños que sufren violencia, a través de un centro en el que se les otorga la oportunidad de conocer sus capacidades y desarrollarse en un ambiente sano, mediante distintos talleres. Contrajo matrimonio el 19 de junio de 1999 con Esteban González, con quien procreó a sus hijos, Esteban y Sabrina; tiempo después, se separaron.
Gracias a su madre, quien falleció en junio de este año, adquirió el gusto por la joyería, pues cuando era pequeña se metía a su clóset porque le llamaban mucho la atención las prendas y los prendedores.
Ella era muy emprendedora y todo lo que hacía resultaba precioso, como joyas y cajas de plata. Lo de la tienda en el hotel de Tequila eran sus diseños. Tenía adoración por su mamá, cada temporada le llevaba lo último de los diseñadores que le gustaban. Increíble y consentidora madre”.
Doris Beckmann Legorreta comenzó a trabajar con un perito valuador del Nacional Monte de Piedad y en el área de embargos y evaluaciones de la PGR, lo que hizo que se interesara más en el mundo de los minerales.
También, laboró dos años con los joyeros Maurice y Sylvaine Berger, de quienes, contó, obtuvo aprendizajes muy valiosos.
Tras esta experiencia, decidió mudarse a la Gran Manzana para estudiar Gemología y, al finalizar, se desempeñó como valuadora, al tiempo que abrió dos tiendas de regalos en la CDMX y DoraB., una boutique enTequila, Jalisco, en la que vendía sus creaciones y cuyas ganancias se destinaban a apoyar a mujeres en situaciones de violencia intrafamiliar.
Este proyecto, lo decoró con jaulas abiertas y pajaritos en vuelo, pues, para ella, era importante ayudar a que estas personas salieran del encierro por miedo.
Para complementar su profesión, Doris Beckmann Legorreta tomó cursos sobre diamantes y relojería, convirtiéndose en experta en diamantes sintéticos, dobletes, tripletes y piedras inyectadas con láser.
Por un tiempo, la política también fue de su interés, lo que la llevó a cursar un diplomado en Ciencias Políticas en el ITAM.
Qué triste noticia. No tengo palabras para la familia de don Juan Beckmann. Mi más sentido pésame por la pérdida de su hija y oraciones para aceptar su ausencia. Ya está en la luz con su mamá, Doris”.
Doris Beckmann Legorreta perdió la vida el martes 12 de septiembre y, al cierre de esta edición, las causas específicas no habían sido reveladas.
“Debemos dejar huella en esta vida porque a eso venimos, a dar, crecer, ser mejores cada día, servir al pueblo y, principalmente, aprovechar lo más valioso que es la educación que se nos da en nuestras casas” fue la frase que destacó en aquella entrevista y que resume su día a día, el cual permeará en todos aquellos en los que se cruzó en su camino. Descanse en paz.
Doris preciosa te voy a extrañar mucho, pero te quedas siempre en mi corazón”.
Doris era una hija maravillosa, creativa, con mucho amor por todo lo que hacía; amaba a su familia y amigas”.
