Como una persona generosa, alegre, activa y dadivosa, así recordarán sus seres queridos a María Eugenia Ramírez España tras su sensible fallecimiento.

Nació en la Ciudad de México el 14 de febrero de 1949 y fue la hija menor de Eleazar Ramírez España y Minna Oelrich, con quienes creció felizmente al lado de sus hermanos, Carmela, Guadalupe y Gustavo.

En Vail, destino en el que le encantaba ir a sus caminatas largas en la montaña.
Con su nieta, Olivia, y su esposo, Ricardo Guajardo

Cursó desde primaria hasta preparatoria en el Colegio Oxford. Años más tarde, egresó de la licenciatura en Historia por la Universidad Nacional Autónoma de México.

Fue en la época de los 70 en la que conoció al amor de su vida, Ricardo Guajardo Touché, con quien celebró recientemente 46 años de casados.

La pareja que vivió grandes aventuras vio crecer a sus hijos, Ricardo y Maru.

En 2009, junto a su esposo e hijos, Ricardo, Ricardo y Maru Guajardo, en Nueva York.
Con Arturo Carrillo y Patricia Colombres; su hermana, Guadalupe Ramírez España; su mamá, Minna Oelrich, y su hijo, Ricardo Guajardo.

Si algo rigió su camino fue la entrega al voluntariado en un sinnúmero de organizaciones, las cuales brindan apoyo a la educación y desarrollo integral de la juventud y la niñez, el impulso a comunidades indígenas en pobreza extrema, entre otras causas.

Parte de ello fue ser consejera de la Fundación BBVA México desde hace 28 años; también, estuvo involucrada en la labor social de la Asociación Mexicana de Voluntarios, A.C., (Amevac); la Junior League; Fundación Quiera; Fondo para la Paz, y el Centro Mexicano para la Filantropía, A.C., (Cemefi), por mencionar algunas instituciones.

Junto a sus primas, Gloria Alicia Olavarría, Guadalupe Rivas y Ana María Ibarrola

“Me ha dejado una profunda huella de luz por su generosidad infinita y la vocación de servicio comunitario que guió su vida. Una mujer solidaria y entrañable que supo abrir los corazones de los que la conocimos; te extrañaré siempre amiga del alma”. LALIS BORRAS, amiga

“Gracias por compartir conmigo tu manera tan especial de disfrutar y de ver la vida; tu energía, voz y canciones estarán presentes en mi memoria. El gran amor que diste a tu familia y seres queridos, tu solidaridad, el ejemplo de vida que fuiste y la forma tan fácil de hacernos sentir tu cariño y apoyo siempre. Agradezco a Dios infinitamente tu amistad. Buen viaje, amiga, estarás por siempre en mi corazón”. VERÓNICA ACUÑA, amiga

(Atrás) Lalis Borras, Lola Laborín, Verónica Acuña, Florencia Laborín, Judith Chávez y Becky Gabito. (Adelante) Esperanza Muchino, Andrea Vargas, Cristina Zambrano, Magdalena Gil, Maru Ramírez España y Diana Saide

“Una de las más grandes bendiciones que he tenido fue conocer a Maru y tener el gran privilegio de ser su amiga. Sin duda, viniste a cumplir una misión en esta vida, siendo una mujer llena de amor, generosidad, vitalidad, gozo por la vida y servicio a los demás. Te vamos a extrañar muchísimo y seguirás siempre con nosotros”. FLORENCIA LABORÍN, amiga

Aún con estos compromisos sociales, disfrutó de varios pasatiempos como cantar, meditar, hacer caminatas largas en las montañas y leer. 

Quienes la conocían la describen como una persona maravillosa, un ejemplo a seguir, siempre al pendiente de su familia y amigos.

Doña Maru partió repentinamente tras sufrir un infarto, pero dejó un legado de generosidad y ayuda a los más necesitados que permeó a su familia, principalmente a sus dos nietas, Olivia y Daniela, con quienes cumplió su mayor ilusión, ser abuela. Descanse en paz.