Como un ejemplo de coraje y fuerza, así recordarán a Natasha Moctezuma, quien a lo largo de su vida demostró que no importaba lo que le deparara la vida, siempre superaba los baches que se le ponían en el camino.
Nació el 21 de julio de 1997 en Nueva York, hija de Beatriz Pasquel y Pablo Moctezuma, quienes también procrearon a Emiliano y Beatriz; su media hermana es la cantante Frida Sofía, hija de su padre con Alejandra Guzmán.
Estudió la prepa en el Centro Educativo Emmanuel Mounier; desde temprana edad mostró una aptitud y un gusto por aprender idiomas, lo que la llevó a hablar siete.
Conocer nuevas culturas y pasar tiempo al lado de sus amigas eran de sus pasatiempos favoritos.
En sus 24 años de vida, “Titi”, como le decían de cariño, aprendió de las lecciones se levantaba de la forma más inteligente, resistente y positiva.
Era un ejemplo de resiliencia, siempre con una sonrisa y palabras de aliento para quien lo necesitara, sin importar lo que ella estuviera viviendo por su salud.
A pesar de haber pasado por varias cirugías, nunca perdía el positivismo y luchaba incansablemente, siendo un modelo a seguir para sus más allegados.
Falleció el jueves 2 de septiembre en San Antonio, Texas, donde vivía con su abuela, Jana Jaffe, desde la pandemia y desde donde se trataba la enfermedad pulmonar que le fue diagnosticada en 2017.
Para todos los que conoció fue una gran maestra por su buen corazón, habilidad para perdonar y seguir adelante sin resentimientos.
Vuela alto, “Titi”.
“Creo que no existe una sobrina con tu nobleza y gran corazón; no sabes lo feliz que me hiciste al sentirme tan querida por ti, buscándome siempre para contarme tus cosas, desahogarte, pedirme consejos o simplemente platicar o reírnos. Esa conexión, confianza y complicidad que teníamos la recordaré…Te admiraré por tu fortaleza, las ganas que le echabas a todo y la inteligencia que tenías. Una guerrera que luchó hasta el final. Trataré de seguir ese ejemplo. Descansa en paz”.
YALINNE ROSSELL, tía, a través de redes sociales
“Lamento profundamente el dolor de mis amigos tan queridos; una de las familias más unidas y amorosas. QEPD mi querida TT”.
OSCAR MADRAZO, amigo de la familia
“Partió al cielo el ser más hermoso, amoroso y valiente de esta familia, nos invade el dolor y la tristeza, y eso es imposible no sentirlo, gracias por enseñarnos tanto con tu gran corazón, tu bella sonrisa, un ejemplo de fe, fortaleza y coraje. Mi niña hermosa, te llevaremos en el corazón, en nuestra alma; tus hermosas pláticas de horas por teléfono, tu mente brillante, única, y ese amor de tu ser como jamás conocí a nadie en la vida. Mi chata linda, te amo con el alma y sé que nos veremos en el cielo, luchaste hasta el final, eres la guerrera más grande de la vida, te vamos a extrañar cada segundo de nuestra existencia, pero aquí vives, amor, en nuestro ser, te amamos hasta el infinito Natasha, el alma más bella de esta familia”.
PEDRO MOCTEZUMA, tío
“Titi, ante cualquier adversidad siempre sonriendo y positiva, soñando recorrer el mundo”.
PAOLA SAAD, mamá de sus primos, Rocco y Luciano
“Busqué una palabra para describirte y, definitivamente, me quedo con extraordinaria. En verdad, mi mumich, qué honor ser tu tía. Todo absolutamente todo de ti, desde el día que naciste, fue especial. Hoy sé que desde el cielo observaste lo amada que eres por todo el que cruzó camino contigo. Tenías una magia que contagiaba con quien tuvieras contacto…Te amo titorrina”.
XIMENA MOCTEZUMA, tía, a través de su cuenta de Instagram
DE PUÑO Y LETRA
“Puedes conocer a miles de personas, pero hay unas cuantas que te cambian el corazón de lugar; esas que son un estruendo de luz y en un instante te marcan por la eternidad. Así era Natasha Moctezuma.
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Difícil dejarla de mirar porque desbordaba bondad, su sonrisa era compasiva y siempre llena de piedad, abrazaba suave y largo como si quisiera curarte algo, su presencia hacía que la tristeza huyera de un lugar, disipaba la neblina de quien la conociera, no importaba la pregunta que le hicieras, su respuesta siempre era el amor.
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Me es imposible recordarla triste a pesar de todas sus batallas, quisiera sentir nostalgia, pero sólo de pensar en ella se me dibuja una sonrisa, se me pinta la cara de alegría ¿Se dan cuenta lo especial que era? que, sin estar, se puede ser feliz tan solo pensando en ella.
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¡Eso es trascender en verdad! Cuando tu recuerdo sigue mejorando el presente de los demás, aunque ya no estás. No se fue, entonces sólo cambió de forma.
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¡Hurra por Natasha! Te honramos y agradecemos el privilegio y fortuna de haberte conocido.
Daniel Habif