1922-2022
Como una mujer de convicciones, inteligente, siempre elegante, alegre y con gran un corazón, el cual entregaba tanto a sus seres queridos como a la sociedad con su labor social, es como recordarán a Norma Ayub de Aboumrad tras su sensible fallecimiento.
Nació en la Ciudad de México el 24 de diciembre de 1922 en una familia conformada por sus padres, Antonio Ayub y Sylvia Kuri, y sus hermanas, Sylvia (q.e.p.d.) y Gloria.
Realizó sus estudios en la Academia Maddox hasta terminar la preparatoria.
A principios de los 40, Norma Ayub de Aboumrad conoció al que sería el gran amor de su vida, Jorge Aboumrad, quien era originario de Nueva York. El destino ya estaba escrito para la pareja, pues el empresario, en su juventud, llegó a México para fundar el Banco Aboumrad.
Junto al él, vio nacer a sus más grandes tesoros, sus hijos, Norma, Gladys, Lucy, Martha, Jorge y Roberto Aboumrad Ayub.
DE PUÑO Y LETRA
“Momita linda, nuestro pilar. Aquí estamos hoy celebrando tu vida y nuestras memorias y recuerdos contigo.
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Siempre fuiste grande, la grande y viviste en grande. 100 años de alegrías, de magia, de dejar huella aún en las personas que no te conocían.
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Creemos que aunque imposible, parecías eterna, siempre aquí, fuerte, perfecta y aunque estos días han sido difíciles también hemos tenido oportunidad de regresarte un poquito de lo que nos has dado, de apapacharte y cuidarte. Tus tiempos, como tú, perfectos, nos diste la oportunidad de despedirnos.•••
Tu casa, un hogar para todos: ‘La casa de Moma’, es más que un destino, es parte de nuestras vidas.•••
Eres nuestra inspiración. ‘Moma’ eres famosa por tu elegancia y actitud ante la vida y por la familia que creaste. Nos antepusiste sobre todo y nos enseñaste el valor del respeto y la importancia de mantenernos unidos. Además, tu sentido de la justicia y honestidad nos marcan y nos honran. Estuviste a la altura de las circunstancias.• • •
Ah, ¡Qué ganas tenías de disfrutar la vida! Fuiste una matriarca en todo el sentido de la palabra. Tu fortaleza te llevó a donde quisiste ir siempre, imparable e incansable.
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No nos queda más que agradecer por estar tantos años, regalarnos lo más preciado: los unos a los otros.
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Gracias por hacernos sentir a cada uno tan especial, por tus enseñanzas y ejemplo, por impregnarnos con tus deseos y gozo por la vida.• • •
Tu historia trasciende, se va a contar por generaciones. Una vida digna de recordar. Tu legado: La Familia.
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Hoy tu cuerpo se detuvo, pero tu espíritu está más libre que nunca. No te hemos perdido, pues sentimos que estás más cerca. Estás en nuestro corazón y ahí permanecerás. Gracias infinitas, mi ‘Moma’. Te queremos mucho”.TU FAMILIA
La recordaré alegre con la mejor actitud y aprendiendo cosas; le gustaba estar actualizada, tomaba clases de computación, baile y siempre era la más arreglada, impecable”.
MARION LANZ-DURET, amiga
NORMA AYUB DE ABOUMRAD, UNA VIDA CON GRAN CALIDAD HUMANA
Quienes la conocieron coinciden en que Norma Ayub de Aboumrad fue una excelente anfitriona, pues le encantaba hacer reuniones para sus seres queridos y amistades.
Pero estas convivencias no sólo eran para sociabilizar, sino también tenían un propósito altruista. Cada año, la filántropa realizaba una gran comida con la cual recaudaba fondos para la Cruz Roja Mexicana, de la cual fue una gran benefactora por décadas.
EJEMPLO DE ALTRUISMO
Doña Norma Ayub de Aboumrad siempre se distinguió por su gran compromiso y dedicación en diferentes causas sociales.
- En 2013, Norma Ayub de Aboumrad obtuvo el reconocimiento como ‘Dama Diamante’ por su destacada trayectoria institucional y ejemplo de labor humanitaria
por parte de la Cruz Roja Mexicana. - Norma Ayub de Aboumrad y su familia realizó en distintas ocasiones comidas libanesas de recaudación de fondos a favor de la Cruz Roja Mexicana.
- En 2017, Norma Ayub de Aboumrad también fue laureada por la Fundación Centro Libanés como parte de la Unión Asistencial de Damas Libanesas.
NORMA AYUB DE ABOUMRAD Y SU APOYO A LA COMUNIDAD LIBANESA
Junto a las Damas Libanesas, grupo al que pertenecía, Norma Ayub de Aboumrad buscó apoyar a gente de bajos recursos de su comunidad, a quienes también acercó a la cultura al organizar conciertos, entre otras actividades.
“Moma”, como le nombraban de cariño, dejará una huella imborrable en todas las personas que se cruzaron en su camino, pues su ejemplo de amor, fortaleza y coraje permeará para siempre en la vida de sus 6 hijos, 19 nietos, 47 bisnietos y 2 tataranietos. Descanse en paz.