Desde su fundación, cada miembro de la familia Arizu ha conservado la misma filosofía: inspirarse en el pasado, desafiar el presente y pensar a futuro.

Una de las bodegas vinícolas con más historia y trayectoria de Argentina es Luigi Bosca-Familia Arizu, que desde su fundación se ha caracterizado por interpretar la intención de la vid, por producir grandes vinos y por su gran espíritu de innovación ha llevado a la bodega a ser protagonista de grandes cambios en la vitivinicultura argentina, incluso participó en la fundación de la Denominación de Origen Luján de Cuyo.

Al trabajar con la filosofía de buscar y respetar el mejor terroir para cada cepa, la bodega decidió adoptar algunos de los principios más beneficiosos del sistema de cultivo biodinámico, basado en potenciar a la planta para fortalecerla y que se defienda por si misma, es decir, la viña nunca ha estado aislada. El viñedo se tiene que sentir parte de un sistema, donde conviva y potencie con otras especies.

Luigi Bosca cuenta con ocho fincas ubicas en las zonas más prestigiosas de Mendoza: Luján de Cuyo, Maipú y Valle de Uco. Las diferentes variedades que en ellas se cosechan fueron traídas de Europa en la última década del siglo XIX, por lo cual, las vides que actualmente cosechan son el resultado de la selección de lo mejor de aquellos antiguos viñedos.

Asimismo, la bodega ha alcanzado una sólida posición y un gran reconocimiento en los mercados internacionales, se encuentra presente en muchos de los establecimientos gastronómicos más emblemáticos a nivel mundial; además es una de las bodegas más importantes en el segmento de los grandes vinos argentinos en el mercado interno.

La primera Denominación de Origen de América
La D. O. C. de Luján de Cuyo fue creada en 1989 y está conformada por siete bodegas, entre ellas Luigi Bosca, y fue la primera denominación creada en nuestro continente. Nació con el fin de proteger, promover y difundir el encepado tinto característico constituido mayoritariamente por la variedad malbec.