Ellas criaron a los ídolos de Jalisco: Adriana Vidal con Mariana Zaragoza y Manuel García Rulfo con Gabriela Lapuente

Adriana Vidal y Mariana Zaragoza

Adriana Vidal y su hija, la modelo Mariana Zaragoza, con “Keka” y “Nacho” / Foto de cortesía

Inseparables

Adriana Vidal se siente muy orgullosa de ser la mamá de Mariana Zaragoza, la modelo y youtuber que, cuando tenía 16 años de edad, logró posicionarse en la industria de la moda como la ‘it girl mexicana’ y participó en pasarelas de reconocidas marcas, como Giambattista Valli, Sonia Rykiel, John Galliano, Dior, Prada, Saint Laurent, Paco Rabanne y Dries van Noten.
“Lo que pasó con Mariana fue algo que Dios y el destino le tenían preparado. No fue algo que buscamos, en lo absoluto, y si tú me hubieras dicho hace 20 años que Mariana iba a ser lo que es hoy, yo te hubiera dicho que te estabas equivocando, que no era ella, que era otra persona”, platica.
Efectivamente, tal como explica Adriana, la carrera de Mariana empezó a labrarse de forma inesperada cuando un extraño le entregó una tarjeta en Andares invitándola a probar suerte en el modelaje.
En ese entonces le prohibieron que lo contactara, por miedo a que pudiera representar una mala experiencia, pero más adelante la vida volvería a dirigirla por ese camino.
“Por cuestiones del destino, su prima iba a unos cursos de modelaje y le dijimos (a Mariana) ‘métete’, porque ella siempre como que le quedó la hormiguita de ‘¿y qué tal que sí hubiera funcionado?’, entonces se fue a los cursos de modelaje y ahí es donde comenzó toda la historia”, explica Adriana.
“Empezó aquí en Guadalajara, luego de Guadalajara se fue a una agencia de modelos en México, y después la buscaron en Nueva York, pero todo se fue dando por sí mismo, entonces la única forma en que yo pude apoyarla es estar siempre con ella y ayudarla a tomar las mejores decisiones”.

Mariana Zaragoza cuando tenía alrededor de 7 años en un Festival de Flamenco en el Teatro Degollado / Foto de cortesía

Adriana confiesa que no ha sido un trayecto fácil, pero, cuando hace un balance de todo lo ocurrido, se siente satisfecha de haber podido guiar a su hija en los primeros años de su carrera.
“Sabían que ella siempre iba acompañada, sabían que ella no estaba sola, sabían que en un momento dado yo la aconsejaba, nunca, nunca, nunca entraba a un casting sola, siempre estaba yo afuera, e inclusive me tocó ser un poco mamá de todas las niñas con las que ella llegó a viajar, que no tenían la oportunidad de tener a su mamá allí”, afirma.
Su objetivo siempre fue protegerla en una industria que, entre sus muchos peligros, puede traer grandes decepciones que las jóvenes deben aprender a sobrellevar.
“Todo mundo cree que es puro glamour y que las visten bonitas, pero detrás de eso hay muchos noes. Hay muchas veces que no entiendes el porqué y desgraciadamente en este tipo de negocio lo que están midiendo es tu físico, aquí el producto eres tú.
“A lo mejor en la temporada pasada te querían y luego en esta temporada ya no te quisieron, y el hecho de que el físico sea tu principal baluarte es muy difícil, hasta que luego ya lo entiendes y sabes que hay mucho más que tu físico, entonces sí hubo momentos muy difíciles, pero creo que (Mariana) ha sido muy fuerte, más de lo que yo pensaba, y ha sabido superarlo”.

Sobre su infancia

Adriana comparte que, desde pequeña, Mariana siempre fue muy alegre, cariñosa y apegada a sus seres queridos.
“Si tú me preguntas que si le gustaba la moda, te diría que absolutamente no, era una niña que le gustaba jugar con la tierra en el rancho, era una niña bastante promedio, bastante normal, muy aplicada para la escuela”, recuerda.
“Era una niña que jugaba mucho con su hermano (Marcos Zaragoza), pero no era una clásica niña que tú dijeras ‘ay, se iba a poner los tacones de su mamá’, no, ella más bien andaba en pants y jugaba mucho aquí en el jardín”.
Siempre se distinguió por ser persistente, incluso cuando apenas tenía 6 o 7 años, y por lo mismo se esforzaba para hacer realidad sus sueños.
“Cuando decidió que quería tener un puerco, un minipig, ella misma lo buscó en Internet porque nosotros le decíamos ‘no, es que no existen los minipigs aquí en México’, pero como ella vio que en España varios actores tenían, y en Estados Unidos tenían su minipig, pues ella decidió que quería tener su minipig.
“Entonces ella solita se metió a buscar en Internet y nos dijo ‘en tal pueblo venden el minipig’, y un día salimos en la mañana junto con su abuelo (Humberto Zaragoza, q.e.p.d.) y la llevamos a ver los minipigs con la esperanza de que cuando viera al puerco decidiera que no lo quería, entonces, cuando lo vimos, más se aferró a él y nos hizo venirnos con todo y el puerco de regreso, y a la fecha duró muchos años el puerco, y todavía tuvo dos puercos más después de ese, con la esperanza de que fueran minipig, y nunca sucedió”.

Mariana Zaragoza con Adriana Vidal durante una Navidad / Foto de cortesía

Otro de los grandes anhelos de Mariana fue la actuación, y desde una corta edad demostró habilidades para las artes escénicas.
“Desde chiquita bailó, y salir en el teatro para ella era maravilloso, yo me acuerdo que la primera vez que bailó en el teatro no llegaba ni a los 2 años.
“Era en el Teatro Degollado, era una aforo bastante grande, y pues qué pensabas, que a lo mejor iba a llorar, y ella me acuerdo que salió, se plantó en el escenario y bailó como si estuviera delante de su espejo, entonces desde chiquita le gustó mucho el escenario”.
Ante esas evidencias pensaron que probablemente se enfocaría en ser actriz, pero luego descubrieron que también tenía una gran habilidad para comerciar.
“Cuando era niña siempre fue muy negociante, para ella todo lo que era hacer negocio era bueno, desde chiquitita vio la manera de hacer dinero”, ahonda Adriana.
“Inclusive cuando tenía como 6 o 7 años, que ahorró sus primeros mil 500 pesos, compró una máquina de chicles y la puso en uno de los negocios de su papá, cuando sacó el dinero de esa máquina de chicles, compró otra, y otra, y otra, y tiene cuatro máquinas de chicles que a la fecha le siguen dando dinero, y pues ella siempre tuvo esa mentalidad de hacer negocios”.

Grandes enseñanzas

Adriana afirma que ella y su esposo, Marcos Zaragoza, siempre inculcaron en Mariana la honestidad, la animaron a ser ella misma, le mostraron la importancia de ser una buena persona, y con el ejemplo la orientaron a poner a la familia en primer lugar.
En este camino de formación, ambos sentían un especial interés en que su hija aprendiera a mantenerse centrada y humilde.
“Aquí en su casa ella es Mariana, ella no es ni más ni menos, la seguimos tratando como cuando ella estaba aquí, entonces yo creo que parte de mantenerla con los pies sobre la tierra ha sido que no hemos cambiado nosotros con ella, ni la familia, ni la gente que la rodea, para nosotros Mariana sigue siendo la misma niña que estuvo aquí cuando tenía 3 o 4 años”.

Mariana Zaragoza celebra su tercer cumpleaños / Foto de cortesía

Otro factor que Adriana considera primordial es el de saber encaminar a los hijos para que puedan cumplir sus sueños.
“Yo primero les diría (a los padres) que sí los dejen volar, que les den sus alas y los dejen volar, que les enseñen cómo volar porque no es fácil, que les enseñen que siempre va a estar su casa, siempre va a estar su familia y que no es fácil, porque hay mamás que piensan que van a tener las cosas por sentado.
“Es difícil, pero sobre todo tienen que enseñarles valores, tienen que enseñarles a ser ellos mismos, a no dejarse llevar por nadie ni por nada, y si tienen la oportunidad de estar cerca de ellos, eso es lo más importante, si están chiquitos no los dejen ir solos.
“Permítanles seguir sus sueños, pero siempre acompañándolos y siempre apoyándolos, porque también es eso, a veces les ponemos obstáculos a nuestros hijos pensando que no pueden y sí pueden, la cosa es que sepamos orientarlos y que sepamos decirles qué está bien y qué está mal”.

La faceta más importante

Para Adriana, ser mamá es el mejor regalo que le ha dado la vida, y afirma que, aunque sus retoños ya son adultos, ella siempre estará cerca de ellos para tomarlos de la mano.

Mariana Zaragoza, con 2 añitos, en su primera presentación de flamenco en el Teatro Degollado. Aparece con su mamá, Adriana Vidal, y su hermano Marcos Zaragoza / Foto de cortesía

“Yo tengo dos hijos y mis dos hijos son mi más grande tesoro, es un orgullo ver en lo que se han convertido”, platica.
“Mi vida no sería la misma sin mis hijos, mi mayor orgullo es verlos felices, verlos realizados, ver que hacen lo que les gusta y que han llegado lejos, a lo mejor porque su papá y yo los hemos tratado de apoyar lo más posible”.

Ser mamá de una modelo...

Adriana comparte que el hecho de acompañar a su hija en sus primeros años de carrera le brindó también a ella una oportunidad invaluable.
“Mariana empezó con una vida de adultos cuando todavía era una niña, por ese lado sí creo que fue difícil, pero creo que todo lo que ha vivido y por lo que ha pasado para mí es tan gratificante, que no tengo palabras para decirlo”, reflexiona.
“Yo creo que el acompañarla durante toda la vida, y haber vivido con ella esto, es lo más increíble que me ha pasado.
“Cuando empezamos a vivir toda esta aventura, pues yo ya tenía a lo mejor 40 y tantos años, y me tocó vivir experiencias que jamás en mi vida pensé que me iba a tocar vivir
“Conocer gente de primera mano fue increíble, viajar, conocer niñas de otros países, conocer historias, conocer una industria que es superinteresante y que a lo mejor la gente nada más ve lo que hay en una tienda, un vestido colgado, pero a mí me tocó verlo desde atrás, desde cómo lo hacían.
“Porque cuando nosotros íbamos a los fittings veíamos a las costureras que estaban haciendo las prendas, y para ellas era una obra de arte”.

Adriana Vidal y Mariana Zaragoza / Foto de cortesía

Una vez que los hijos famosos crecen y se mudan o viajan por largos periodos a otros países, sus mamás se enfrentan con la difícil prueba de la distancia física, pero, según explica Adriana, ni eso podrá separarla de su hija.
“Mariana y yo somos muy unidas y yo creo que esto nos ha unido todavía más, nos hablamos varias veces al día, ella viene y me visita, yo voy y la visito, pero aún cuando no estoy con ella, es como si estuviera, porque sé exactamente dónde está aún a la fecha, cuando ya tiene 25 años. Es como si la tuviera aquí, a pesar de la distancia somos una misma”.

Siempre lo recordará

El primer desfile internacional de Mariana fue para Proenza Schouler en la Semana de la Moda de Nueva York, sin embargo, el que resultó más emotivo para Adriana fue uno que realizó después en Milán, donde, teniendo apenas 16 años de edad, cautivó al público tras cerrar el show de Prada.

Mariana Zaragoza en una celebración de Halloween en tercero de Kinder / Foto de cortesía

“Mariana no sabía si iba a salir o no, ella ya traía la ropa puesta, pero no sabía si era la primera, la segunda, la tercera, y recuerdo que yo estaba viendo la pantalla y empezó a salir una niña, dos niñas, tres niñas, eran fácil 50 niñas, y ya iban en la 45, y yo dije ‘no, ya no salió, la jalaron en el último momento'”, platica.
“¿Y cuál fue la sorpresa?, que ella fue la que cerró el desfile, y normalmente la persona que cierra el desfile es la más importante de toda la pasarela, tanto la que abre como la que cierra, pero más la que cierra.
“Fue una cosa inesperada y que le dio una relevancia profesional muy grande porque fue la que cerró el desfile, el desfile más importante de la Semana de la Moda, recuerdo que empezaron a salir reportajes de ‘la it girl es mexicana y se llama Mariana Zaragoza’.
“Yo creo que fue uno de los momentos más emotivos, porque no sabíamos qué estaba pasando, y por el impulso que le dio a su carrera”.

De viva voz

Adriana, ¿qué es lo que más te gusta de ser mamá de una tapatía famosa?
Lo que más me gusta es que una persona que nació aquí haya podido ser relevante en el mundo, y que el mundo pueda voltear y ver que en México, y que en Jalisco, y que en Guadalajara hay gente importante, gente que puede sobresalir, gente con mucho talento y que sí se puede, o sea, no por vivir en Guadalajara no vas a llegar a (tener fama) internacional.

¿Qué es lo que más admiras de Mariana?
Lo que más admiro de ella es su persistencia, es muy persistente, en lo que pone el ojo tiene que lograrlo. Es muy cariñosa, es muy de su familia, que eso también me gusta mucho, ella sabe que, por más que esté viajando, que por más aventuras que tenga la vida, siempre va a regresar a su casa, a su familia, a sus raíces, con su gente.

Adriana Vidal / Foto de Rodolfo Lasso

¿Qué consejo le darías a Mariana ahora que es adulta y famosa?
Yo le aconsejaría primero que trate de ser siempre una buena persona, y que con esa oportunidad que le dio la vida y le dio Dios, trate de ayudar a otras personas a hacer también el bien, a ser buenas personas, a ser un buen ejemplo, porque a lo mejor muchas niñas la ven y quieren seguir sus pasos, entonces es importante que sea un buen ejemplo y que siempre sea ella misma, que no la cambie nada, que tenga los pies en la tierra.

¿Cómo celebrarán el Día de la Madre?
Este Día de las Madres lo tenemos que festejar porque es mi cumpleaños, entonces tiene que venir a fuerzas y siempre lo pasamos en familia, con mis dos hijos, mi esposo y yo, y ya sabe que si no viene me siento, tiene que venir a mi cumpleaños.

Cuando Mariana Zaragoza cuando tenía menos de un año de edad ya se veía perfectamente su carita con sus característicos ojos grandes y azules / Foto de cortesía
Adriana Vidal con “Keka” y “Nacho” / Foto de Rodolfo Lasso

Información: Carolina Herrera y Jimena de la O. Fotos de sesiones: Rodolfo Lasso. Fotos adicionales: cortesía.

Gabriela Lapuente y Manuel García Rulfo

Manuel García Rulfo y Gabriela Lapuente en un viaje en Viena / Foto de cortesía

Muy orgullosa

Gabriela Lapuente Uribe es la mamá del actor Manuel García Rulfo, quien ha tenido éxito en Hollywood gracias a películas como Los Siete Magníficos y Asesinato en el Expreso de Oriente, y también ha protagonizando series como The Lincoln Lawyer, la cual está disponible en Netflix.
Debido a esas y otras producciones, Manuel ha compartido pantalla con figuras como Ethan Hawke, Denzel Washington, Tom Hanks y Scarlett Johansson.
Gabriela confiesa que, aunque Manuel fue un niño con mucha imaginación que disfrutaba participar en obras de teatro familiares, nunca anticipó que triunfaría en la actuación, ya que este medio era totalmente desconocido para ellos.
Además, recuerda que a su hijo le costaba trabajo concentrarse en la escuela, por lo que ahora le sorprende cómo puede aprenderse guiones tan largos.
Contra todo pronóstico, Manuel decidió que quería ser actor, y cuando terminó la preparatoria le compartió su sueño a su papá, Manuel García Rulfo, quien le pidió que primero cursara una carrera.
El joven ingresó a estudiar Ciencias de la Comunicación, pero se salió cuando iba en tercer año, dispuesto a alcanzar su meta, y se mudó a Los Ángeles.

Gabriela Lapuente / Foto de Rodolfo Lasso

“Ahora que ya ha pasado el tiempo, veo la valentía que tienen estos muchachos de aventurarse a un mundo totalmente ajeno al de los papás e irse a otro País”, platica Gabriela. “Y lo que batallan y todo. Digo ‘qué valientes, qué bárbaros'”.
Abrirse camino en la industria cinematográfica estadounidense fue muy duro: Manuel llegó a trabajar pintando bardas, vivió en una casa con sobrecupo de personas, y tuvo que aprender a lidiar con el hecho de ser rechazado por docenas de motivos: por ser muy alto, por ser muy flaco, por verse muy latino o no lo suficientemente latino…
Gabriela, desde Guadalajara, sabía que su hijo estaba padeciendo dificultades y se lo encomendaba a Dios.
“Pero pues la verdad es que lo veía tan firme en lo que quería y en su lucha, que pues yo estaba extrañándolo siempre. Porque es muy agradable tenerlo aquí. Y es un gran apoyo para su papá en el rancho (La Cañada), y su compañía y todo. Pero yo lo sentía que estaba feliz”, recuerda Gabriela.
Con el paso del tiempo, la carrera actoral de Manuel comenzó a despegar, y cuando se encontraba en el rodaje de su primera película, Maquillaje, sus padres lo visitaron.
Fue ahí que una compañera del elenco les comentó que su hijo tenía mucho talento, pero era vital que ellos siempre lo apoyaran en todos los sentidos.

Sobre su infancia

Gabriela cuenta que su hijo fue un niño muy querido y feliz que creció en una familia muy unida; todos iban constantemente a su rancho, por lo que la infancia de Manuel transcurrió en la naturaleza, entre los caballos y el río, y actuando en videos caseros y en pastorelas con su papá, sus hermanas y sus primos.
“Y tú veías a Manuel fascinado”, rememora Gabriela. “O sea, realmente fue algo que siempre, siempre le encantó. Y siempre a él lo veías con una espada en su cuarto. O sea, siempre jugando a esto. Tenía una imaginación muy rica”.

Manuel García Rulfo a los 9 años en una fotografía escolar / Foto de cortesía

Su talento viene de familia: la abuela materna de Manuel es la reconocida pintora Gabriela Uribe, mientras que su abuelo paterno, quien también se llamaba Manuel García Rulfo, era tío de Juan Rulfo.
Este último vínculo resulta particularmente especial, ya que en 2024 Manuel protagonizó la película Pedro Páramo, basada en la obra del célebre escritor mexicano.
“Yo creo que el sentirse jalisciense es de mucho orgullo para Manuel”, considera Gabriela.

Grandes enseñanzas

Cuando se le pregunta a Gabriela qué cualidades o lecciones trató de inculcar en Manuel, responde que ella y su esposo simplemente le enseñaron un estilo de vida que ellos consideraban valioso.
“Por ejemplo, el siempre ser honesto, el no ser gandalla, el ver por el otro. Y siento que a Manuel le han servido mucho”, comparte Gabriela.

Gabriela Lapuente / Foto de Rodolfo Lasso

Luego añade que es muy importante que las madres crean en sus hijos y los alienten.
“Manolo, con su problemática de concentración, pues decíamos ‘qué barbaridad, ¿de verdad va a poder?’, y pues a la hora que ves que ellos quieren, y luchan, y se empeñan, pues es creer en ellos y decirles ‘tú puedes, claro que puedes, lúchale'”.

La faceta más importante

A Gabriela le da mucho orgullo lo valiente que ha sido Manuel y todo lo que ha logrado en su carrera, y su corazón se expande cada vez que publican artículos de él o se

. Mamá e hijo captados en una de sus fiestas de cumpleaños / Foto de cortesía

Todos tienen una relación muy rica: Manuel siempre está al pendiente de ella, su papá y sus hermanas, y está al tanto de lo que pasa con ellos en Guadalajara.
La vida de Gabriela no ha cambiado mucho desde que su hijo alcanzó el estrellato mundial, salvo por el hecho de que sus amigos le preguntan cómo le va a Manuel en sus proyectos, y algunas amigas le piden consejos porque tienen seres queridos que quieren estudiar actuación.

Ser mamá de un actor...

Cuando Manuel estaba en la grabación de la primera temporada de The Lincoln Lawyer, invitó a su mamá y a su hermana Gabriela a Los Ángeles.
Como él era el protagonista de la serie, se la pasaba estudiando sus guiones y actuando, así que sus seres queridos casi no pudieron alternar con él, pero la experiencia aportó muchos recuerdos valiosos para la familia.

. Manuel García Rulfo con sus papás, Manuel García Rulfo y Gabriela Lapuente Uribe, en la filmación de Los Siete Magníficos, realizada en 2016 en Nueva Orleans / Foto de cortesía

“No sabes, me hicieron llorar la gente que estaba ahí, porque la mayoría del staff era gente que se había ido a trabajar allá, eran mexicanos o latinos”, recuerda Gabriela, “y ya para subirme al coche me alcanzaron varios de ellos y me dicen ‘señora, queremos decirle que Manuel enorgullece a México, tiene calidez con nosotros, como nos trata, es un tipazo’.
“Y sí, lo vi a la hora que ya iba saliendo y le pidieron foto. Yo creo que esas son de las cosas que siento que a él lo han hecho también poder entrar a ese mundo tan difícil, ¿no?, su forma de ser con los demás”.

Siempre lo recordará

Gabriela atesora muchos momentos especiales desde que Manuel es actor: recuerda la emoción que sintió cuando fue elegido para salir en la película Los Siete Magníficos, un paso importante en su carrera, y el día en que le dio la noticia de que aparecerá en Jurassic World Rebirth.
“Me dijo ‘mamá, ¡estoy en Jurassic!, pensar que toda mi vida admiré y quería estar con Spielberg, mi máximo, ¡y ahora estoy en Jurassic!'”, comenta Gabriela que le dijo Manuel.
La premiere de tal cinta será este verano en Nueva York, y, por supuesto, Gabriela acompañará a su hijo en esa gran ocasión.

. Manuel García Rulfo con sus papás, Manuel García Rulfo y Gabriela Lapuente Uribe, en la filmación de Los Siete Magníficos, realizada en 2016 en Nueva Orleans / Foto de cortesía

Otro estreno memorable fue el de la primera temporada de la serie The Lincoln Lawyer.
“Manuel iba a pasar por la alfombra roja y yo estaba ahí paradita, y me agarra de la mano y me dice ‘tú pasas conmigo, porque si alguien merece esto, donde estoy, son ustedes'”.

De viva voz

Gabriela, ¿qué es lo que más te gusta de ser mamá de un tapatío famoso?
Pues ser su mamá. Es que el que sea famoso es de mucho orgullo, pero ser mamá en sí es mucho orgullo. O sea, se puede decir que estoy igual de orgullosa de mis hijas (Alejandra y Gabriela), de lo que cada quien hace. Me siento muy orgullosa por lo que Manuel ha luchado, pero todos tienen sus luchas, ¿no? Que uno pues se hace famoso y ha luchado mucho, y muy talentoso y me siento muy orgullosa. Pero el orgullo pues es ser madre y de que ellos logren por lo que luchan. Ya sea muy famoso, no tan famoso. Cuando los ves pelear y luchar en cualquier dirección, digo, porque me dicen mucho ‘ay, Gaby, felicidades por esto’, y ‘felicidades por Manuel’, digo ‘pues felicidades a todos’, porque pues veo a hijos de amigas también luchando y luchando y luchando. Y a lo mejor no salen en los periódicos o en el cine, pero también pues qué orgullo, ¿no?, cuando ves que los muchachos luchan y pelean.

¿Qué es lo que más admiras de Manuel?
Que Manuel es sencillo. Él no va por la vida (diciendo) ‘yo soy, yo hice, yo tengo, yo puedo’, no. Él es sencillo. Él es su rancho con el perro. Tú ves su Instagram, que le decían unos agentes ‘oye, Manuel, pues véndete un poquito más o algo, porque sale un perro. Sale el ranchero, sale un árbol, una calle’. O sea, me gusta mucho la forma como es él, sin grandes echadas. No sé cómo decirte. Es muy fácil Manuel.

Gabriela Lapuente / Foto de Rodolfo Lasso

¿Qué consejo le darías a Manuel ahora que es adulto y famoso?
Pues que siga siendo como él es. O sea, que no cambie nada. Que siga luchando por lo que él quiere, por lo que siempre ha soñado. Y que sea muy feliz, porque él es realmente feliz con lo que hace. Eso se me hace riquísimo, poder trabajar en lo que te gusta. De veras, ¿qué mejor? Porque mucha gente pues se conforma con la vida y ya no tienes más. Que me dediqué a vender tortas, pues vendo tortas, pero si no te gusta, pues cámbiale al taco, ¿no? O sea, eso me encanta, que siga disfrutando lo que es.

¿Cómo celebrarán el Día de la Madre?
Nos vamos a ir al rancho a comer con la familia.

Manuel en compañía de sus papás y su hermana Alejandra, solo falta su hermana Gabriela / Foto de cortesía
Apenas tenía 10 meses de edad en esta imagen / Foto de cortesía
Manuel García Rulfo con su familia en 2011 en durante un crucero en Alaska / Foto de cortesía
Manuel García Rulfo / Foto de Rodolfo Lasso

El amor más puro

¿Conocías a las mamás de estas celebridades tapatías?

Alejandro Fernández y Cuquita Abarca Villaseñor / Foto: @alexoficial
Mercedes Velasco y Paty Cantú / Foto: @patycantu
Ximena Navarrete y Gabriela Rosette / Foto tomada de Internet
Laura Elena Fernández e Isaac Hernández / Foto: Alex López Fotografía para "Despertares"
Saúl “Canelo” Álvarez y Ana María Barragán / Foto tomada de Facebook
Erick Elias y Cecilia Rabinovitz / Foto de archivo
Jacqueline van Hoorde y Jacky Bracamontes / Foto de archivo
Checo Pérez y Marilú Mendoza / Foto tomada de Facebook
Lety Sahagún y Lety Acedo de Sahagún / Foto de archivo
Lorena Ochoa con su mamá, Marcela Reyes, y su hermana, Daniela Ochoa / Foto: @LorenaOchoaR

Información: Carolina Herrera y Jimena de la O. Fotos de sesiones: Rodolfo Lasso. Fotos adicionales: cortesía.